Madres, ¡No Están Solas!Muestra

Conviértete en la mejor versión de ti misma

Los hábitos nos definen. Nuestras rutinas diarias emocionales, físicas o espirituales definen quiénes somos. Piénsalo: si siempre llegas tarde a llevar a tus hijos al colegio, se te conoce por ser una persona impuntual. Tus hábitos reflejan tu verdadero yo.

Es esencial pararse a pensar por qué necesitamos cambiar. Esta es tu llamada para examinar tus hábitos actuales y comprender el poderoso impacto que el desarrollo de otros nuevos puede tener tanto en ti como en tus hijos.

En la Biblia, Gálatas 6:7-8 dice: "No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su carne, de esa misma carne cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna". Esto nos recuerda que nuestras acciones tienen consecuencias, y que el cambio positivo exige una acción decidida. Para ser la mejor versión de ti mismo, debes estar dispuesto a despojarte de la mediocridad. Se trata de redirigir la atención de lo que quieres dejar de hacer a lo que quieres conseguir. Comprométete con este cambio; con el tiempo, encarnarás la cualidad a la que aspiras.

Proverbios 23:7 enfatiza el poder de la mente, afirmando: "Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él". Al reconocer que los hábitos están profundamente arraigados en la mente subconsciente, resulta esencial remodelar nuestros patrones de pensamiento. Los cambios reales se consiguen con disciplina y perseverancia, sobre todo cuando intentamos cambiar hábitos muy arraigados. Esta elección me llevó a aceptar quién soy e inspirar a otros a hacer lo mismo. Romanos 12:2 dice que la transformación empieza en la mente: "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta".

Para ayudar a tus hijos a desarrollar buenos hábitos, debes ser un buen ejemplo cultivando hábitos saludables como el ejercicio, una nutrición adecuada, dormir lo suficiente o ser puntual, cariñosa, alegre; la lista continúa... Poner tu bienestar en primer lugar mejorará tu vida, así que sé un gran modelo para tus hijos y guíales hacia un futuro feliz y satisfactorio. Como aconseja Proverbios 22:6: "Instruye al niño en el camino correcto y aún en su vejez no lo abandonará". Tu dedicación al cambio positivo puede convertirse en la base de un futuro brillante en el que tus hijos triunfen.