Cara a Cara Con Jesús - Una Meditación Para La CuaresmaMuestra

La supervivencia es un rasgo común a todos los seres humanos. Nuestros cuerpos y cerebros están diseñados para protegernos y mantenernos a salvo de cualquier peligro. Por eso no es de extrañar que Jesús tuviera que calmar la tendencia natural de Pedro a ir a lo seguro. Jesús no se detiene ahí, sino que continúa hablando del costo del discipulado. Él habla del alto precio que cualquier seguidor de Jesús paga, tal vez incluso con la muerte, que en última instancia resultará en la vida eterna. Muchas veces nuestras tendencias de autopreservación nos impiden comprometernos totalmente con Dios y servirle. Esto nos da excusas para no seguir a Cristo y nos mantiene al margen viviendo vidas cristianas tibias. Jesús es muy claro acerca del sistema de recompensas del cielo. Él dice que recompensará a cada persona (cuando venga de nuevo) según lo que haya hecho.

Hazte las siguientes preguntas:

¿Qué estás haciendo para servir a Dios en la pequeña porción del mundo que ocupas?

¿Has estado tratando de protegerte y preservarte manteniéndote distante de Cristo y su cuerpo? ¿Cómo puedes cambiar eso?