Cara a Cara Con Jesús - Una Meditación Para La CuaresmaMuestra

Pedro era un hombre muy interesante y sin duda un discípulo digno de ser recordado. Ve a Jesús caminando sobre el agua y le pide unirse a Él (una petición inusual). Jesús lo llama para que venga y cuando Pedro obedece camina unos segundos sobre el agua hasta que mira a su alrededor y ve la tempestad enfurecida. Jesús le tiende la mano, le coge cuando empieza a hundirse y le reprende suavemente. La pregunta de Jesús a Pedro es algo en lo que podemos fijarnos para nuestras propias vidas. La duda y el miedo son las dos armas que el enemigo utiliza muchas veces para descarrilar nuestra fe y minar el poder y las capacidades de Dios. Cuando estamos rodeados de dificultades y sufrimiento, a veces es más fácil centrarse en la lucha que en el Salvador. Puede que haya llegado el momento de buscar intencionadamente la ayuda de Dios, incluso cuando nos atormentan la duda y el miedo.

Hazte las siguientes preguntas:

¿Cuáles son los mayores miedos que tengo actualmente?

¿Qué dudas tengo sobre Dios que necesito llevar a los pies de Jesús?