Conoce Tu EnemigoMuestra

Sus esquemas

“Entonces el dragón se enojó contra la mujer y fue a hacer la guerra contra el resto de su descendencia, los que obedecen los mandamientos de Dios y se aferran al testimonio de Jesús” (Apocalipsis 12:17 NVI).

Entonces, ya sea el mismo Satanás o uno de sus demonios, debemos entender que seremos atacados por el mal. El versículo anterior dice que su objetivo principal es aquellos que obedecen los mandamientos de Dios y se aferran al testimonio de Jesús. Su enemigo somos nosotros: los cristianos. Por eso debemos ser conscientes de cómo trabaja para estar preparados para la batalla.

Podemos aprender al leer acerca de sus encuentros con nuestros antepasados ​​en la Biblia y también podemos prestar atención a varias advertencias dadas sobre él en el Nuevo Testamento. Quiero centrarme en algunas características importantes para ayudarte a reconocer su trabajo cuando lo veas.

Satanás es un mentiroso

“Perteneces a tu padre, el diablo, y quieres realizar el deseo de tu padre.Fue homicida desde el principio y no se aferró a la verdad, porque no hay verdad en él.Cuando miente, habla su lengua materna, porque es mentiroso y padre de mentira” (Juan 8:44 NVI).

Jesús pronunció estas fuertes palabras a los judíos que todavía reclamaban su herencia y vínculo con Abraham. Sin embargo, sabía que tenían planes de matarlo. Los confrontó con la Verdad: su plan no era de Dios ni de Abraham, sino del diablo. Les dice que el diablo es el padre de la mentira. Puedes estudiar las Escrituras y verlo mintiéndoles a Adán y Eva desde el principio, haciéndolos dudar de lo que Dios les dijo. Puedes verlo mintiéndole a Jesús cuando fue tentado en el desierto. Trató de convencer a Jesús de que tenía algo más que ofrecerle que Dios.

El Enemigo nos miente, tratando de hacernos dudar de Dios y de su bondad y provisión.Intentará hacernos cuestionar nuestra propia identidad en Cristo. También nos miente acerca de nuestras elecciones, tratando de convencernos de que la Biblia no es relevante y que realmente no existe el pecado. Jesús es la Verdad, por lo que Satanás hará todo lo que pueda para persuadir nuestras vidas de alejarnos de la verdad.

A veces miente a otras personas sobre nosotros y trata de perseguirnos o desanimarnos a través de ellas. Una vez, después de que Jesús habló de su muerte inminente, Pedro lo llevó aparte y le dijo: “¡Nunca, Señor! ¡Esto nunca te sucederá a ti! Jesús se volvió hacia él y le dijo: “¡Apártate de mí, Satanás! Eres una piedra de tropiezo para Mí; no tenéis en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres” (Mateo 16:22-23 NVI).

Incluso dice: "El mismo Satanás se disfraza de ángel de luz" (2 Corintios 11:14 NVI).

¿Alguno de ustedes ha sido engañado por algo que parecía bueno en la superficie, pero resultó ser devastador?

NUESTRA DEFENSA- Como dice la canción de Casting Crowns, debemos elegir escuchar la Voz de la Verdad. Debemos estar en la Palabra de Dios, porque es la Verdad, y podemos alinear todo lo que escuchamos con este estándar. Debemos orar y escuchar al Espíritu de la Verdad. Debemos estar en comunión con otros creyentes, otros portadores de la verdad, para ayudarnos a discernir la mentira y la verdad.

Satanás es el acusador

Estoy seguro de que has experimentado esto. Estás tentado a hacer algo que no deberías y, tan pronto como caes en la tentación, escuchas una voz que te dice: “Eres horrible. No puedo creer que hayas hecho eso. ¿Eres realmente cristiano?¡Tú no vales nada!". Esta voz acusadora suena extrañamente familiar a la voz que te tentó en primer lugar. ¡Son uno y lo mismo!

En Apocalipsis 12, describiendo a Satanás, dice:

“Porque el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche, ha sido derribado”(Apocalipsis 12:10b).

Entonces, el Acusador no sólo nos lanza acusaciones directamente, sino que dice que nos está acusando delante de nuestro Dios. A veces viene delante de nosotros y acusa a otros en nuestro oído, y tenemos que tener cuidado de no transmitir esta acusación a otros, convirtiéndonos nosotros mismos en acusadores.

NUESTRA DEFENSA

En el mismo pasaje anterior, también dice:

“Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo… lo vencieron (al acusador) por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio” (Apocalipsis 12:10a, 11a).

Cada vez que escuchamos la voz del Acusador, recordamos quiénes somos en Cristo, comprados por Su sangre y testimonios vivos de Su gracia y gloria. Debemos tener cuidado de ver a nuestros hermanos y hermanas en Cristo con esta misma Luz.