Año Nuevo, Nuevo TúMuestra

Antes de empezar a caminar, toma la mano de Dios

Siento que durante los últimos años se ha estado promoviendo una cultura de egoísmo en el mundo.“Haz lo que a ti te haga feliz”,“Tú vas antes que cualquier otro”,“Piensa en lo que quieres tú”. Y sí, algunas veces es necesario hacer estas cosas para cuidarnos, para demostrarnos amor. El problema llega cuando basamos nuestra vida únicamente en el“yo, yo yo...”,y para ser más específica, me estoy refiriendo a la vida cristiana.

Jesús no fue un hombre egoísta, él era amable, amoroso, servicial, atento y generoso. Él pensaba en los demás sin perder de vista su propósito aquí en la tierra, pero, sobre todas esas cosas, Él hacía lo que su Padre quería. Sí, un hombre con tanto poder para hacer lo que le placiera, decidía cumplir con la voluntad de su Padre. ¿Cuántas veces te has detenido a preguntarte qué es lo que Dios quiere para ti? O, mejor aún, ¿ya le preguntaste a Dios qué es lo que quiere para ti en este nuevo año?

¿No crees que sería lindo, por una vez, interesarte por lo que Dios desea para ti? ¿Qué tal, si por algunos minutos ponemos el “yo” a un lado y escuchamos atentamente lo que nuestro Padre planea para nosotros? Si nos ponemos a recapitular sobre nuestra vida y nuestras decisiones, estoy segura de que descubriríamos que muchas de las cosas que no salieron bien son consecuencia de no tomar en cuenta a Dios. Y me resulta tan divertido el pensamiento humano, que, sin saber nada, cree saberlo todo, y que conociendo que Dios tiene el control de todas las cosas, prefiere confiar en su propio entendimiento, un entendimiento tan limitado y equivocado.

En este nuevo año, antes de dar cualquier paso, antes de hacer cualquier elección, antes de empezar cualquier proyecto, pregúntale a Dios, ¿Qué quieres para mí? Y sé que es incómodo hacer algo de lo que no te fías o que es totalmente distinto a lo que tú esperabas, seguro por eso la mayoría de veces no pedimos la dirección de Dios, pero si queremos resultados eternos, necesitamos consultar a la fuente de lo eterno.

Hoy, antes de despedirnos, quiero que hagas esta oración conmigo y que, si así lo deseas, la leas cada vez que lo necesites:

“Querido Dios, al comenzar esta nueva etapa, este nuevo año, este nuevo camino, quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí. Perdón si alguna vez no consideré lo que Tú quieres para mí. Hoy te pido que me muestres esas cosas, los proyectos que quieres que empiece, las personas a las que quieres que conozca, los trabajos a los que quieres que aplique, ese talento que quieres que desarrolle para ti, ese vecindario a donde quieres que me mueva, esos lugares a los que quieres que visite, esas relaciones que quieres que termine, esa lección que quieres que aprenda y esas victorias que quieres ayudarme a alcanzar. Pero, más que enseñarme todo eso, ayúdame a ser capaz de hacer lo necesario para cumplir tus planes en mí. Confío en ti, Señor, haz tu voluntad en mi vida, y permíteme entender que, aunque este año sea nuevo, tú sigues siendo el mismo Dios maravilloso. En el nombre de Jesús, amén".

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Gracias por llegar al final de este plan, estoy muy feliz de que desees empezar o continuar este año nuevo junto a Dios. Espero que a medida que el tiempo avance puedas sentir la mano de Dios obrando en tu vida, que sea un año de mucha felicidad y bendiciones. No olvides que vendrán días más difíciles que otros, pero los podrás afrontar junto al amigo que tanto te ama que es Jesús. Deja atrás el pasado y en este nuevo año, permítete ser un nuevo tú. Dios te bendiga mucho, amigo/a.

Con amor,

Leslie Ramírez.

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