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Vive un día a la vez, tienes 365 nuevos

Recuerdo una noche en la cual tuve una conversación muy profunda y honesta con un amigo sobre el futuro. En ese entonces consideraba al futuro mi mayor enemigo, porque nunca sabía qué iba a traer consigo, porque vivía imaginándome un montón de posibles escenarios que quizás jamás fueran a suceder, porque quería adelantar el tiempo y saber ahora cómo estaría después, si lograría eso que tanto quería, si tal persona aun estaría ahí, si esto, si aquello, si, si, si... No tenía paz porque mi mente nunca estaba donde debía estar, aquí.

Mi amigo, tan sabio como lo considero, me hizo entender que por más que lo intente, nunca lograré descifrar algo que no existe (como lo es el futuro), que con eso solo me hacía daño y que lo único que tenía asegurado y que debía apreciar era el hoy. Entonces por fin lo vi, me di cuenta de que, por estar adelantándome siempre a los tiempos, había dejado de disfrutar mi presente, peor aún, yo no estaba presente. No encontraba tranquilidad, no tenía contentamiento, y eso es lo que sucede cuando dejamos que ese sentimiento de ansiedad y que las preocupaciones nos roben la capacidad de hacer lo que solo podemos hacer hoy. Y él al final me dijo: “Leslie, es hoy.” Y ese enunciado lo repito una y otra vez cuando siento que puedo llegar a perderme en el mañana y debo recordar que lo más hermoso que tengo se encuentra en el ahora.

Jesús mismo lo dijo en Mateo 6:25-33: 25 »No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan. 26 »Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos! 27 »¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? 28 Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. 29 Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas. 30 »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios! 31 »Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. 32 Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.

Qué hermoso es saber esto, ¿no? Que Dios conoce nuestras necesidades, nuestras preocupaciones, nuestro sentir y nos asegura que Él tiene cuidado de nosotros, y no solo eso, sino que también lo ha demostrado, simplemente no hemos estado presentes para notarlo. Pero el texto no se queda allí, Jesús termina diciéndonos:“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas".

Básicamente, en Mateo 6, Jesús nos está dando la fórmula para vivir un día a la vez:

1) No pienses en el mañana.

2) Conoce quién es Dios.

3) Confía en que Él sabe y se hará cargo de cada una de tus necesidades.

4) Busca a Dios primero y todo lo demás vendrá por añadidura.

Recuerda: el hoy es lo único que tenemos seguro. Deja que Dios sea el que organice tu porvenir, Él es el único que sabe el final desde el principio. Vive un día a la vez. Sé que no es fácil cambiar un patrón de pensamiento al que estamos acostumbrados, pero poco a poco, siguiendo estos pasos y buscando la guía de Dios constantemente, lograremos vivir en paz con lo que es y con lo que será.

Y no lo olvides:es hoy.