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Eliminando las excusas

DÍA 2 DE 6

Lo que tienes en la mano

En el capítulo 3 del libro de Éxodo, Dios le dice a Moisés que ha visto la opresión que estaba sufriendo su pueblo en Egipto. Moisés le responde una y otra vez con excusas. Con esa actitud iba a quedar fuera del plan de Dios para su vida. Pero Dios insiste. Es más, en varias ocasiones Dios ignora sus excusas y le dice: “Tranquilo, estoy contigo. Lo harás porque estoy contigo”.

Debemos entender que en el momento en que Dios se le aparece a Moisés, él no era nada más que un pastor de ovejas que cuidaba el rebaño de su suegro. Moisés reconoce su realidad y eso lo lleva a preguntarle a Dios: “¿Y quién soy yo? ¿Quién soy yo para que me uses?”.

¿Alguna vez le hiciste este tipo de preguntas a Dios? “¿Quién soy yo para que me ames?”. “¿Quién soy yo para que me incluyas en tu plan y en tu propósito?” O: “¿Quién soy yo para que me involucres?”.

Moisés, por sus inseguridades, cuestiona su identidad y su capacidad. También cuestiona su habilidad de dar con la talla del llamado. Nosotros muchas veces somos como Moisés. Tomamos la misma postura por nuestras inseguridades, por sentirnos incapaces, o por sentirnos que no tenemos la habilidad. Cuando Dios nos pide hacer algo y nos llama para que nos involucremos, lo único que le ofrecemos a Dios en muchas ocasiones son nada más que nuestras excusas. Nos terminamos autolimitando en lo que Dios quiere hacer en nuestra vida.

Moisés tenía razones para huir de Dios por las excusas que tenía que ofrecer. Y no fue solo Moisés, sino que a lo largo de la Biblia encontramos personas que tenían excusas para no hacer lo que Dios les estaba llamando a hacer. Mira la lista a continuación:

  • Noé tomaba demasiado alcohol.
  • Abraham era muy viejo.
  • Jacob era mentiroso.
  • Lea, que era fea, fue la segunda opción.
  • José era esclavo.
  • Gedeón era miedoso.
  • Sansón era mujeriego.
  • Rahab era prostituta.
  • Jeremías era muy joven.
  • Noemí era viuda.
  • David cometió adulterio y asesinó a alguien.
  • Elías quería quitarse la vida.
  • Job lo perdió todo.
  • Jonás huyó de Dios.
  • Juan el Bautista predicaba desnudo y comía insectos.
  • Pedro negó a Jesús.
  • La mujer samaritana se casó cinco veces.
  • Zaqueo era de baja estatura.
  • Pablo era muy religioso.
  • Timoteo tenía una úlcera.
  • Lázaro estaba muerto.

Como personas de fe en estos tiempos, tenemos que decidir diariamente eliminar las excusas. Necesitamos eliminar las excusas y comenzar a ofrecerle a Dios nuestras manos abiertas para que nos use. Dios nos afirma, como le dijo a Moisés: “Yo estaré contigo”. Él quiere usar lo que tenemos en nuestras manos. Él nos asegura que ya tenemos lo que necesitamos para ser usados.

¿Cuál es tu excusa? Decide eliminarla y cambiarla por manos abiertas para que Dios use lo que tienes en ellas y haga lo que solo él puede hacer. Recuerda: él usa a las personas que menos te imaginas.

Oración: Padre, gracias por elegirme todos los días. Gracias por seguir buscándome a pesar de mis excusas. Gracias por no rendirte conmigo y seguir mostrándome que lo que tengo en la mano es suficiente y útil. Hoy y todos mis días te ofrezco lo que tengo en mis manos. Úsame. En el nombre de Jesús, amén.

Escrituras

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Eliminando las excusas

Eliminando las excusas es un devocional de 6 días de Chris Mendez, pastor de Hillsong Latinoamérica. Este devocional está diseñado para desafiarte y darte esperanza en medio de tiempos difíciles.

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Nos gustaría agradecer a Hillsong Buenos Aires por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.hillsong.com.ar/