Mi llamadoMuestra
"Ve a la montaña"
El llamado de Dios debe entenderse en el contexto de su previsión y su disciplina. Cada etapa es igual de importante y no se puede apresurar. También debemos recordar que el llamado de Dios puede llegar en cualquier momento en que nos encontremos. Por ejemplo, José y David recibieron su llamado muy tempranamente, pero tuvieron que recorrer el largo camino de la disciplina de Dios antes de ser equipados para encargarse de su tarea. En el caso de Moisés, su llamado llegó 40 años después de experimentar la disciplina de Dios.
Éxodo 3:1 (RVR1960) dice: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios”.
Horeb significa desierto, y fue aquí, en las tierras desoladas, donde Moisés escuchó el llamado de Dios. Este supuesto terreno estéril era la montaña de Dios, la tierra santa. Éxodo 3:5 (RVR1960) dice: “Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”.
La tierra santa no estaba en Egipto, no estaba en el desierto, ni estaba junto al pozo, tampoco estaba en la casa de Jetro, sino que estaba en Horeb, el desierto. Lo que otros veían como un terreno baldío, era en realidad el monte de Dios. Fue en este mismo lugar donde Moisés recibió la ley; fue aquí donde tuvo comunión con Dios.
Lo que otros pueden considerar un lugar inservible, podría ser la tierra santa donde Dios revela su misión. Durante el transcurso de las monótonas rutinas de la vida, un pensamiento, una visión, una lectura, pueden captar tu atención. A medida que asciendes para observar y obtener mayor claridad, pronto descubrirás que efectivamente te estás acercando a tierra santa.
El llamado de Dios debe entenderse en el contexto de su previsión y su disciplina. Cada etapa es igual de importante y no se puede apresurar. También debemos recordar que el llamado de Dios puede llegar en cualquier momento en que nos encontremos. Por ejemplo, José y David recibieron su llamado muy tempranamente, pero tuvieron que recorrer el largo camino de la disciplina de Dios antes de ser equipados para encargarse de su tarea. En el caso de Moisés, su llamado llegó 40 años después de experimentar la disciplina de Dios.
Éxodo 3:1 (RVR1960) dice: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios”.
Horeb significa desierto, y fue aquí, en las tierras desoladas, donde Moisés escuchó el llamado de Dios. Este supuesto terreno estéril era la montaña de Dios, la tierra santa. Éxodo 3:5 (RVR1960) dice: “Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”.
La tierra santa no estaba en Egipto, no estaba en el desierto, ni estaba junto al pozo, tampoco estaba en la casa de Jetro, sino que estaba en Horeb, el desierto. Lo que otros veían como un terreno baldío, era en realidad el monte de Dios. Fue en este mismo lugar donde Moisés recibió la ley; fue aquí donde tuvo comunión con Dios.
Lo que otros pueden considerar un lugar inservible, podría ser la tierra santa donde Dios revela su misión. Durante el transcurso de las monótonas rutinas de la vida, un pensamiento, una visión, una lectura, pueden captar tu atención. A medida que asciendes para observar y obtener mayor claridad, pronto descubrirás que efectivamente te estás acercando a tierra santa.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Qué significa el término "llamado"? ¿Es una voz audible? ¿Un sueño? ¿Una experiencia alucinante? ¿Cómo puedo discernir el llamado de Dios para mi vida? Moisés vivió una vida con propósito después de la experiencia de la “zarza ardiente”, pero ¿eso pasa por alto todos los años anteriores? Aquí revisaremos algunas lecciones basadas en vida de Moisés que pueden ayudarnos a comprender nuestro llamado.
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Nos gustaría agradecer a Danny Sathyadass por proporcionar este Plan. Para obtener mayor información, por favor visita el sitio https://citylightglobal.wordpress.com/