Venciendo los falsos inicios para vivir dando los frutos de La EsperanzaMuestra

En un sendero sin bordes podemos correr pero también perdernos. Por eso debemos añadir el dominio propio. En el original se usa la palabra "enkrateia", significa la habilidad de tener control sobre uno mismo. No se trata de reprimir nuestras pasiones, sino de permitir que la razón las guíe para correr con la fuerza de la gracia y honrando la verdad. El autocontrol o la templanza; nos ayuda a resistir la tentación de arruinarlo todo cuando nadie nos está observando, y mientras tanto vamos generando hábitos para vivir mejor.

La paciencia es clave, en el original se usa "hypomonē", habla de firmeza, de resistencia; pero no de la que se opone a algo, sino de quien está dispuesto a pagar el precio por respaldarlo. Imagínate subiendo por una escalera apoyado en una pared firme. El dominio propio te hace subir, pero debes tener la firmeza y la fortaleza de esa pared para soportar el peso o la presión y no caer. Pedro nos muestra una cara de la disciplina: dominio propio más paciencia. Los frutos demoran, requieren disciplina, mis mayores caídas fueron por que no supe honrar este proceso.

El pasaje Pedro repite otra forma de la palabra devoción, piedad sincera “eusebia” que te acerca más a Dios para descubrir verdades que nos transforman. Hay una búsqueda sincera por estar cerca de Dios para que su Palabra haga la obra en nuestra vida. Recuerda nuestra reflexión del día 3, la devoción nos permite disfrutar la compañía de Dios, nos permite correr a el cuando le fallamos y agradecerle cuando vencemos, el éxito o fracaso es irrelevante, lo que importa es anhelar estar cerca de Él. La piedad forja nuestro carácter para la eternidad, nos enseña a disfrutar de relaciones trascendentes y eternas. Relaciones trascendentes generan resultados relevantes. ¿Cómo le llamo a la compañía de Dios en el camino? Le llamo Gracia.

¿Qué guía nuestras acciones? ¿Cómo hacemos frente a la culpa, el miedo, la vergüenza o las presiones en nuestras decisiones?

Oremos: Dios ayúdame a enamorarme mas de ti, Tú me conoces mejor de lo que yo mismo me conozco, y me amas más de lo que podría amarte. Ayúdame a conocerte más para tomar decisiones sabias. Permíteme avanzar y esperar con un corazón lleno de expectativa y actitud correcta confiado por lo que harás en el proceso. Amén.