Venciendo los falsos inicios para vivir dando los frutos de La EsperanzaMuestra

Hay promesas relacionadas con una petición y otras que uno hace de manera voluntaria o espontánea. En este texto, se trata de una promesa hecha por Dios de la manera más libre, espontánea y entusiasta que podamos imaginar. La fe para tomar esta promesa, no es fruto de tu esfuerzo, sino que como cristiano la recibes de Dios para tomar conciencia de que puedes vivir por encima de las circunstancias y ver la perspectiva divina. Al inicio quizás costará, pero abraza ese deseo de querer conectarte. Aun cuando no sabemos cuál es su voluntad o nos caemos en el camino, a Dios le agrada nuestro deseo sincero de querer agradarle.

Una traducción de “escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo” puede leerse como: "escapar de la corrupción que hay en el mundo por el ansia". A este ansia otros textos le llaman naturaleza pecaminosa, concupiscencia o sencillamente malos deseos. La fe te permite tener la certeza de que hay un mundo mejor esperando por ti, te hace anhelar ese mundo. Si negamos esos anhelos, corremos un grave riesgo. Podemos terminar traicionando o matando nuestra vocación o nos dejamos seducir por los deseos del corto plazo viviendo guiones ajenos. Las redes sociales nos pueden dar muchos ejemplos de cómo se crean deseos para seguir los guiones de otros.

1ra de Juan 2:15-17 nos habla de los deseos que nos distraen de los anhelos que Dios puso en nuestro corazón. Los deseos del placer egoísta nos distraen de los anhelos de la intimidad con Dios y con los demás. Los deseos de acumular o retener lo que veamos nos distraen del anhelo por dar fruto. Los deseos de jactarse o vanagloriarse nos distraen del anhelo de trascender.

Una promesa que se cultiva y nos lleva a un mundo nuevo, se riega con la fe cotidiana y nos da otra perspectiva. No se trata sólo de ti, se trata de quien serás para los demás. Las promesas de intimidad, trascendencia y fruto en tu vida, dadas por Dios, pueden alejarte de las copias baratas que el mundo te ofrece. Podremos ver e ir mas allá.

Oremos: Señor, ayúdame a conectarme con los anhelos más profundos que pusiste en mí, enséñame a desenmascarar los deseos que corrompen mi potencial y reflejar tu naturaleza en el mundo. Amén.