21 Días De Ayuno - Pobres en Espíritu – Necesitados De JesúsEjemplo

JESÚS, SUPLICO POR TU AYUDA

En el libro de Mateo, capítulo 15, encontramos el relato de una mujer que se acercó a Jesús y le hizo una petición muy puntual, “Señor, ayúdame”, ya que su hija sufría mucho debido a un demonio que la poseía.

Las personas poseídas por algún espíritu malo pueden sufrir situaciones muy dolorosas, y aunque la medicina humana puede aliviar los síntomas, son inefectivas para producir curas duraderas. Podemos apreciar el reto que afronta hoy la psicología moderna al tratar de entender, explicar o tratar adecuadamente estos casos.

Si leemos el relato completo del capítulo 15, vemos que la primera vez que la madre se acercó a Jesús, no obtuvo una respuesta. Sin embargo, ella sabía del poder de Jesús, así que no se cansó de intentarlo hasta encontrar respuesta, y lo logró. Jesús le respondió: “Oh mujer, grande es tu fe, hágase contigo como tú quieres…”.

El amor de una madre puede llevarle a hacer cualquier cosa por sus hijos, en este caso la madre hace una petición con todo el dolor de su corazón y es algo comprensible cuando tocamos fondo, cuando ya no sabemos qué hacer. Lo mejor que podemos hacer es fijar nuestra mirada en Jesús.

C.S. Lewis dice que: “El dolor es el megáfono que Dios usa para despertar a un mundo adormecido”.

¿Qué aprendemos de este pasaje? La oración necesita toda la fe que tenemos, la oración necesita una fe que nos ayude a no abandonar, la oración necesita una fe que sea humilde y dependiente de Jesús.

Oración:

Jesús, hoy suplico por tu ayuda, quiero depender de ti al 100%.