21 Días De Ayuno - Pobres en Espíritu – Necesitados De JesúsMuestra

JESÚS, NECESITO FE PARA SANARME

Veamos un poco de contexto. Este es un relato muy corto que muchas veces pasamos por alto, es narrado en un par de versículos, es muy probable que eran ciegos de nacimiento. ¿Se imagina no haber visto nunca un atardecer o las hojas de los árboles? ¡Oscuridad 24 horas al día!

Adicional a la frustración física por la ceguera, tenían la presión social. En su tiempo los ciegos no se consideraban personas normales, tenían problemas para encontrar trabajo, y estaban excluidos de las sinagogas, ya que se consideraban inmundos, creían erróneamente que su pecado les causaba la discapacidad.

A pesar de la frustración social, ellos habían escuchado de Jesús, se rumoraba que era un rabino que podía sanar a los enfermos, así que pusieron su esperanza en Jesús, escucharon que andaba por ahí y gritaron con todas sus fuerzas: “Ten compasión de nosotros, hijo de David”.

Jesús se detuvo e inició una conversación que es muy probable que ellos hayan tenido en mente, posiblemente pensaron en varios discursos que podían dar. Pero Jesús lo hace más sencillo, conociendo el anhelo de su corazón, le pregunta: ¿Crees que puedo sanarte? Definitivamente, su respuesta fue “Sí, Señor” y así sucedió, Jesús sanó y devolvió la vista a los ciegos.

Cuando se trata de la aflicción física y la sanidad, hay varias verdades que conocemos:

• Jesús puede sanar todas las aflicciones, incluyendo la última de las aflicciones: la muerte.
• A veces Él usa la medicina moderna. Otras veces se salta la medicina y sana sin ella.
• Hay veces que pedimos y el Señor dice “No” a nuestra sanidad porque tiene un propósito mayor que lograr. En vez de darnos sanidad, nos da gracia para resistir.
• También hay ocasiones en que su respuesta es “Espera”.
• Un día, todos sus hijos experimentarán una sanidad total y permanente en el cielo.
• No nos hace daño pedir compasión. Los ciegos persiguieron a Jesús y le pidieron que les sanara por compasión.

No conocemos la naturaleza o el grado de aflicción física que tú estés pasando, pero lo que sí sabemos es que Jesús puede responder a tu oración y tener compasión de tu vida si tú decides pedirle ayuda y creer en Él.

Oración:

Amado Jesús hoy reconozco que Tú puedes sanarme, necesito de fe para encontrar en ti sanidad.