El pecado entra al mundo

Escrito por Danny Saavedra

“Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Sin embargo, en su gracia, Dios gratuitamente nos hace justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados" —Romanos 3:22–24 (NLT).

Cada año, celebramos la Navidad. Es un hermoso momento de alegría y buenas noticias. Decoramos un árbol, colocamos luces, cantamos villancicos, damos regalos y recordamos a la gente que "Jesús es la razón de la temporada". Pero, ¿alguna vez te has detenido a preguntar por qué Él es la razón de la temporada? ¿Por qué hay una temporada navideña? ¿Por qué vino Jesús? Para obtener estas respuestas, tenemos que volver al principio...

Después de haber creado todo el universo, la tierra, el sol, la luna y las estrellas, los mares, los árboles, toda la vida vegetal y animal en el aire, en la tierra y en el océano en los primeros cinco días, Génesis 1:26-27 (NVI) nos dice en el sexto día: "Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes y sobre todos los animales que se arrastran por el suelo. Y Dios creó al ser humano a su imagen".

La joya más preciada de la creación buena y perfecta del Señor, Adán, que también es la palabra hebrea para "hombre", recibió vida. Pero no cualquier tipo de vida, no como los animales. No se le habló para que existiera. Génesis 2:7 (NVI) dice: "Y Dios el Señor formó al ser humano del polvo del suelo; entonces sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente".

Es fácil pasar esto por alto, pero es muy importante: la humanidad era la intersección entre la tierra y el cielo, lo natural (formado de barro y tierra por las manos de Dios) y lo eterno (dotado de vida por el aliento mismo y Espíritu de Dios). Esto es lo que significa llevar la imagen y semejanza de Dios.

Fuimos creados por Dios y para Dios, para conocerlo, para tener relación con Él y para estar con Él para siempre como Sus hijos. Y Adán y Eva fueron colocados en el paraíso, un jardín hermoso y perfecto, ¡donde pudieron hacer precisamente eso! Pudieron caminar con Dios, hablar con Dios y disfrutar de una relación perfecta con Él.

Pero vino una serpiente para plantar una simple semilla en sus mentes: Dios te está ocultando algo. . . Después de eso, incluso con opciones ilimitadas, deliciosas y perfectas por todas partes, Génesis 3:6 (NVI) nos dice que "La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría". Y así sin más, con la promesa de llegar a ser "como Dios" (Génesis 3:4-5), Adán y Eva pecaron - desobedecieron y se rebelaron contra Dios. Y según Romanos 5:12 (NVI), "el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad" porque “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23 (NVI).

En ese momento, el aliento y el espíritu de vida que Dios había soplado en ellos murió. No solo eso, sino que también comenzaron a morir lentamente, envejeciendo y fueron sujetos a enfermedades y descomposición. Trajeron el pecado y la muerte al mundo, y cada niño nacido desde entonces ha nacido espiritualmente muerto y sujeto a la muerte física, condenado a volver al polvo del que fue hecho. ¿Por qué? Porque el pecado nos separa de un Dios santo y perfecto. Crea una brecha que somos incapaces de cruzar.

¡Esto es lo que hace que la Navidad sea tan especial! Es el momento en que Dios se acercó para rescatarnos "del dominio de las tinieblas" y llevarnos "al reino del Hijo que ama, en quien tenemos redención, el perdón de pecados" (Colosenses 1:13-14 NVI).

Jesús es la razón por la que celebramos esta temporada, ¡y la razón por la que vino fue por ti! Él vino a salvarte del pecado y de la muerte al vivir una vida perfecta, libre de pecado, y pagar el precio por tus pecados dando Su propia vida. Él pagó la paga del pecado para darte "el regalo gratuito de Dios", que es "vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23 NTV).

Pausa: ¿Por qué Jesús es la razón de la temporada? ¿Cuál fue la razón por la que Jesús vino?

Práctica: En tu tiempo de oración de hoy, simplemente agradece al Señor por Su maravilloso regalo mientras reflexionas sobre lo maravilloso y profundo que es Su amor por ti.

Ora: Padre, "¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, para que te preocupes por él?" (Salmo 8:4 NVI)? ¡No somos nada y, sin embargo, Tú lo diste todo para salvarnos! No puedo expresar lo abrumado que estoy de gratitud por Tu amor y gracia. Gracias por el regalo de Jesús, la razón por la que celebro esta temporada todos los años. Gracias por el amor, la gracia y la salvación con los que me prodigaste incluso cuando estaba separado por mi pecado. Eres maravilloso y mereces toda la alabanza, el honor y la gloria. Amén.