Jesús: El Mayor De Los RegalosMuestra

Jesús: el mayor de los regalos

"Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni las potestades, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:38-39).

Hemos visto los diferentes regalos que Jesús es para nosotros en esta Navidad. Sin embargo, no hemos visto el regalo más hermoso que Jesús nos ofrece esta Navidad; el regalo de ser nuestro Dios, de darnos la esperanza eterna.

Muchos de nosotros hemos perdido la esperanza en Jesús y en la Iglesia porque recibimos promesas vacías y equivocadas sobre Jesús. Nos han dicho que si seguimos a Jesús, nuestros problemas desaparecerán y tendremos un buen matrimonio, el trabajo perfecto, una casa bonita y buena salud. A otros se nos dijo que si seguíamos a Jesús, nuestros sueños de éxito y reconocimiento público se harían realidad. Pero ninguna de estas promesas es cierta. Jesús nunca prometió estas cosas. Lo cierto es que nuestros problemas pueden aumentar a causa de nuestra fe, y es más probable que se burlen de nosotros y nos ridiculicen, que llegar a ser famosos o relevantes a causa de Jesús.

Lo que Jesús realmente nos prometió es que estará con nosotros para siempre. La promesa de Dios es Dios mismo. Eso es porque no hay nadie ni nada que pueda ser la fuente de nuestra mayor esperanza. Cualquier otra fuente de esperanza, ya sea el dinero, la fama, las relaciones, la relevancia y cosas por el estilo, acabará decepcionándonos. Nuestros anhelos eternos solamente pueden ser satisfechos por la eternidad misma. Como dijo CS Lewis:

"Aparentemente, pues, nuestra eterna nostalgia, nuestro deseo de que se nos reúna en el universo con algo de lo que ahora nos sentimos arrancados, de estar en el lado interior de alguna puerta que siempre hemos observado desde el exterior, no es una simple fantasía neurótica, sino el indicador más verdadero de nuestra situación real. Y que al fin se nos convoque adentro sería tanto una gloria y un honor superiores a nuestros méritos como también la sanación de ese viejo dolor".

Jesús puede cambiar nuestro pasado, satisfacer nuestro presente y darnos la esperanza de que todas las cosas serán hechas nuevas en el futuro. Toda nuestra vida y nuestras aspiraciones se realizan en Jesús. Y ese es el mayor regalo que podemos recibir esta Navidad. La bendición del Hijo de Dios, ni más ni menos. Jesús es la solución al "viejo dolor" del alma y el espíritu. Las cuestiones son: ¿dejarás que sea tu Dios? ¿Pondrás tu confianza y tu esperanza en él? Permítele sanar tu vida y ser el Señor de tu vida. Él es la promesa de la Navidad.

¡Feliz Navidad!

Jesús es nuestro mejor regalo.

Gracias por completar este plan de lectura. Esperamos que te haya ayudado a encontrar respuestas a tus preguntas. Si quieres aprender más sobre la fe cristiana, ¡inscríbete en nuestro curso online "Cimientos Bíblicos"!