Jesús: El Mayor De Los RegalosMuestra

El regalo de la Verdad

"Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos sabios del oriente llegaron a Jerusalén, preguntando: 2 «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente y lo hemos venido a adorar»" (Mateo 2:1-2).

La mayoría de nosotros en países de tradición cristiana estamos familiarizados con el viaje de los Reyes Magos. Pero debemos ver un poco más a fondo, ya que el viaje representa la búsqueda de la Verdad que todo ser humano debe emprender.

Los Reyes Magos eran un grupo de hombres inteligentes y ricos, y como cualquier persona que persigue honestamente la Verdad, el viaje les llevó a lugares que no imaginaban. Sus estudios de profecía les habían familiarizado con la llegada de un Rey, un Mesías. Como es natural, fueron al sitio de los poderosos, donde vivía Herodes (el gobernante), para encontrar un nuevo rey. Sin embargo, la respuesta a la búsqueda no estaba allí; no estaba con los poderosos y eruditos. Normalmente, no pensamos mucho en este aspecto, pero imagina que eres un intelectual adinerado que viene de lejos, y el viaje te lleva a sitios tan humildes. Sin embargo, ellos no se rindieron, porque cuando uno está verdaderamente en busca de respuestas no desiste.

Los magos no encontraron su respuesta en un paraje de poder o brillantez, sino en un bebé en busca de refugio. Como los magos, debemos estar dispuestos a ir a lugares inesperados en busca de respuestas. La búsqueda de la Verdad es uno de los anhelos más ardientes de todo corazón, y Jesús es la respuesta. "Yo soy la Verdad", dijo Jesús. Pero para encontrar la respuesta a nuestro viaje debemos ser humildes. Y cuando lo encontremos, no nos quedará otra respuesta que adorarle y ofrecerle regalos. En Jesús encontramos la respuesta a la búsqueda de la Verdad. Como los magos, en esta Navidad busquemos la verdad y emprendamos el camino hacia Jesús.

"Si buscas la verdad, puede que al final encuentres consuelo; si buscas consuelo, no obtendrás ni consuelo ni verdad, sólo halagos y deseos para empezar, y al final, desesperación" (C.S. Lewis).