El Mesías PrometidoMuestra
El Siervo que Sufre
A causa de nuestra rebelión
Lectura: Isaías 52:13-53:12
EOAO: Isaías 53:5
Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.
En el texto
El libro de Isaías fue un mensaje profético de juicio y restauración para la gente de Dios. Aunque Dios utilizó a Isaías para advertir a Su pueblo del juicio venidero, también prometió restauración y esperanza futuras. El pasaje que leemos hoy se encuentra en medio de las promesas de restauración de Dios. Aunque Dios disciplinaría a Su pueblo permitiendo que fueran alcanzados y llevados al cautiverio, también prometió restaurarlos plenamente.
Justo en medio de la promesa de Dios de la restauración de Israel, Él proclamó que enviaría a Su siervo que vendría a cargar con los pecados de Su pueblo para redimirlos. Sin embargo, este siervo de Dios sufriría mucho al llevar la salvación a los demás.
Él sería despreciado y rechazado, conocería el dolor y la enfermedad. Sería herido, llevado a la muerte como un cordero al matadero. Sería juzgado injustamente y asesinado junto a criminales, a pesar de que no había hecho nada malo. Sufriría mucho y, a causa de Su sufrimiento, absolvería a muchos e intervendría en su favor ante Dios.
Las promesas de Dios son verdaderas y buenas, pero a menudo el camino hacia el cumplimiento de la promesa está lleno de dolor y sufrimiento. Esto fue cierto para Jesús, ya que sufrió para que pudiéramos tener una relación con Él y encontrar la libertad del pecado y de la muerte. Su sufrimiento formaba parte de la promesa de Dios.
A menudo sufrimos mientras esperamos ver cumplidas las promesas de Dios. Puede que estemos esperando la sanidad, la restauración o la paz, pero experimentamos dolor mientras esperamos Su respuesta. No estamos solas en nuestro sufrimiento, sea lo que sea que enfrentemos. Jesús sufrió por nosotras para que nunca estuviéramos solas en nuestro dolor y sufrimiento. Él es el cumplimiento de todas las promesas de Dios. Alabémosle y busquemos en Él fuerza y consuelo en nuestras luchas y dolores cotidianos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios nunca hace una promesa que no vaya a cumplir. Su última promesa, la de enviarnos un Salvador, es el cumplimiento supremo de todas Sus promesas. A pesar de vivir en un mundo de promesas rotas, tenemos a un Dios que cumple. Cuando Él hace una promesa, ya tiene un plan para cumplirla.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://spanish.lovegodgreatly.com/