Espíritu SantoMuestra
Vivir en el Espíritu.
Hemos visto lo poderoso que es el Espíritu Santo en la vida del creyente y cada uno de los dones que somos llamados a dar al ser receptáculos de Él. Ahora, también se nos recalca que no debemos andar conforme a nuestro pensamiento o deseos. Leamos Gálatas 5:24-25: "Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu".
El crucificar la carne en el sentido literal lo hizo Cristo en la Cruz para darnos vida. Ahora somos llamados a hacerlo de manera metafórica, haciendo morir lo malo que habita en nuestro ser. No es que debamos ir a un lugar y dar nuestra carne; es dar cada día lo mejor de nosotros, tomando la decisión consciente de que somos hijos de Dios creados para grandes obras. Ya no debemos vernos como seres sin valor, porque se pagó un precio muy alto por nuestra libertad. Cristo Jesús lo dio todo por nosotros; ahora nosotros debemos dejarlo todo para servirle a Él y cumplir con lo que se nos demanda en la Palabra.
Recordemos que hemos recibido un gran poder; se nos ha dado autoridad y se nos ha revestido como reyes y sacerdotes para nuestro Dios, pueblo escogido para llevar las virtudes del evangelio a toda criatura. Por lo tanto, debemos vivir en el Espíritu, creyendo las grandes cosas que se nos narran en la Palabra de Dios, mirando el Reino de los Cielos como nuestra meta y despojando nuestro ser de todo peso de pecado y condenación que lleva a la muerte. Seamos hacedores de la Palabra, personas que amen y den todo por nuestro Dios.
Oremos:
Padre Bueno, te damos las gracias por tu inmenso amor y porque nos revestiste de poder a través de tu Santo Espíritu. En el nombre de Jesús, te pedimos que nos ayudes a caminar cada día en el Espíritu, haciendo lo que te es agradable, puro y santo. Que nos despojemos del peso del pecado y de la muerte que Satanás quiere poner sobre nosotros, y caminemos a paso firme sin fluctuar en el ejercicio de nuestra profesión. Que seamos embajadores de tu Reino, personas que declaran tu Palabra y buenos samaritanos que hacen lo correcto en cada situación. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
La tercera persona de la Trinidad que nos acompaña siempre; nos guía, corrige, da fuerza y se contrista cuando hacemos lo indebido, es sumamente importante para nuestro futuro en gloria. Él hace que andemos conforme a la voluntad de Dios y nos ayuda en nuestras debilidades. Acompáñame a escudriñar el maravilloso poder que hemos recibido.
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Nos gustaría agradecer a Ministerio tu Pan diario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/johanmoramunoz/