Derribando Las Fortalezas De Maldad.Muestra

Protegidos por la rectitud.

Mirar a una persona que huye de algo es terrible; ver cómo no tiene paz, corre como si la estuvieran persiguiendo, la intranquilidad de vivir y la incapacidad de disfrutar de lo que tiene es algo doloroso. Esas huestes de maldad que roban la paz llegan por no estar en rectitud delante de Dios.

Recordemos lo que nos dice la Palabra en Efesios 6:14: "Así que mantengámonos firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud". Estar protegidos por la rectitud es algo hermoso; saber que no hemos hecho nada malo, que estamos a cuentas con Dios y que si Él viene o nosotros partimos de este mundo, iremos a morar en el Reino de los Cielos, nos da una paz inconmensurable. Además, saber que ante las leyes terrenales no tenemos ningún problema también es tranquilizador.

Cada día debemos cuidar nuestro testimonio y nuestra vida para que no se cumpla lo que dice Proverbios 28:1: “Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león”. Amado amigo, amada amiga, tener la paz de Dios es sinónimo de tener una vida sana, no solo en el sentido de la salud física, sino también en la salud mental, espiritual y moral. Saber que estamos haciendo lo correcto es un escudo contra las asechanzas y las mentiras del enemigo, porque no podrá avergonzarnos. En caso contrario, si estamos practicando algo incorrecto, en cualquier momento podemos ser descubiertos, y esto lo usará Satanás para señalarnos y hacer que los hombres nos marquen como personas de mal.

Oremos:

Padre Bueno, gracias porque nos das las herramientas necesarias para vivir conforme a tu deseo, en santidad, en justicia delante de ti y dando los frutos del Espíritu para que el enemigo no pueda avergonzarnos ni señalarnos. En el nombre de Jesús, te pedimos que nos ayudes si estamos practicando algo que no conviene, que dejemos todo vicio de pecado y maldad, y seamos revestidos de rectitud e integridad para que nuestras acciones sean un reflejo vivo de tu amor, gracia y bondad. Sabemos que estamos en un proceso de perfección, por eso te pedimos que sigas trabajando en nuestra vida y nos despojemos de todo peso del pecado que nos asedia. Amén.