Gloria en Nuestros Sufrimientos.Muestra

Día 5: Nuestra Identidad en Cristo.

Luché con mi identidad en Cristo durante mucho tiempo. Mientras crecía, fui criada por una madre destrozada que repetía maldiciones generacionales. No tuve ningún adulto sano en mi vida que me amara, me animara, me apoyara... todas las cosas que una niña necesita. Debido a que tenía una relación rota con mi madre biológica y no conocía a mi padre biológico, me resultaba difícil saber cómo tener una relación con mi Padre celestial. No sabía cómo y al principio me resultó difícil confiar en Dios cuando mis propios padres terrenales no me amaron ni me cuidaron, entonces, ¿por qué iba a creer que Dios lo haría? Con el tiempo, la fidelidad y la bondad de Dios me encontraron una y otra vez. Dejé que Dios tomara mi mano y me guiara en pequeños pasos que me llevaron a confiar en El. A lo largo de los años, lo abracé como mi Padre celestial. Tenía un inmenso deseo de tener una “madre” y al final me sentí abandonada. Un día clamé a Dios específicamente sobre esto, y El me llevó a este versículo: Isaías 49:14-15 “Pero Sion dijo: “El Señor me ha desamparado, el Señor se ha olvidado de mí”. “¿Puede una madre olvidarse del niño que tiene en el pecho y no tener compasión del niño que ha dado a luz? Aunque ella pueda olvidarlo,No te olvidaré."

Estoy agradecido de que Dios continúa tomando nuestra mano incluso cuando la soltamos. Lector, eres el precioso hijo y la hija de Dios. Tu identidad se encuentra en El, no en tu pecado, no en tu quebrantamiento y no en las mentiras engañosas del enemigo. ¡Él te ama tanto!