¿Cuestión De Suerte?Muestra
Las 3 C´s: Coherencia, Consistencia, Consecuencias
Aun cuando tomamos decisiones, los seres humanos somos bastante volubles. Las escogemos echando a perder rápidamente 3 C´s muy importantes:
- Coherencia
- Consistencia
- Consecuencias
En el primer caso, solemos ser poco coherentes a la hora de decidir. Producimos constantes disonancias entre lo que elegimos y lo que decimos creer, por ejemplo. Con nuestros labios manifestamos una cosa, pero con nuestras palabras decimos algo bien diferente.
En el segundo, nos falla la consistencia, es decir, que cuando tomamos una decisión la sostengamos en el tiempo. Somos más bien como las olas del mar, que van y vienen, inconstantes en nuestros caminos, y tibios por nuestra conveniencia. Nos gusta poco mojarnos, ser fríos o calientes, como dice Santiago o el propio Jesús en Su mensaje a la iglesia de Laodicea.
Las consecuencias, en tercer lugar, no son precisamente tampoco uno de nuestros puntos fuertes. Tomamos decisiones y, cuando llegan las consecuencias, que son diferentes para unos casos y para otros, como no podía ser de otra manera, nos revolvemos como si el Universo –o Dios, que es en el fondo a quien nos referimos cuando nos enfadamos con el Cosmos– tuviera algo en nuestra contra. Somos profundamente inmaduros, no nos responsabilizamos de nuestras elecciones, y “echamos balones fuera”, desde el Génesis 3 hasta el día de hoy.
Fíjate, sin embargo, en el más que saludable ejemplo que el salmista pone delante de nosotros: A Jehová he puesto SIEMPRE delante de mí (v.8). Y de ahí se desprenden, de forma clara, consecuencias como...
- Su descanso en la provisión y defensa de Dios.
- El reposo de cuerpo, mente y espíritu por ese mismo hecho.
- O la realidad de que, incluso mientras duerme y a través de la conciencia que el Señor mismo puso en él, sigue siendo aconsejado.
Dios es quien gobierna el barco mientras dormimos. También al estar despiertos. La cuestión es si le hemos cedido ese espacio, o seguimos procurando ser los directores de nuestra vida, los capitanes de la nave de nuestro destino... o estamos simplemente a la deriva, “a nuestra suerte”.
La proyección a futuro del salmo nos lleva más allá del aquí y ahora. Incluso cuando lo vemos todo oscuro aquí, nuestro futuro, en Cristo, es absolutamente resplandeciente, siempre que Él gobierne nuestra vida.
Acerca de este Plan
Usado a menudo para explicar precisamente aquello a cuyo Autor queremos eliminar, el concepto de suerte tiene para el cristiano un significado completamente diferente que el que el mundo alrededor le da. Identifica algunas ideas relacionadas («azar» o «destino», por ejemplo) y te darás cuenta de que este es un asunto en boca de muchos actualmente. Porque el ser humano, aun en su versión más moderna, necesita explicaciones todavía.
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Nos gustaría agradecer a Lidia Martín por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.lidiamartin.com/