Todos están invitados

Considerar

Durante miles de años, el pueblo de Dios creyó que Su amor, Sus bendiciones y Su Reino eran exclusivamente para ellos. Como hijos del amigo de Dios, Abraham, asumieron que había tantos asientos en la mesa y que esos asientos les pertenecían a ellos. Pero Jesús fue claro en que en esta fiesta de bodas todos están invitados.

Durante generaciones, el pueblo escogido de Dios había sido definido por la Ley y su separación del mundo exterior. Mientras todos a su alrededor vivían de una manera, el pueblo de Dios estaba haciendo todo lo posible para vivir en santidad. Pero no fue su obediencia lo que los hizo especiales. No fue su rectitud, su brújula moral superior o los años que vivieron como extraños en un mundo imprudente. Fue Dios, Él los escogió para ser Su pueblo, no porque hubiera algo particularmente digno en ellos, sino porque a través de ellos, Él sería glorificado.

Así como Jesús se convirtió en piedra de tropiezo para los judíos, también se convirtió en una puerta abierta para el resto del mundo. Gracias a Jesús, toda la creación de Dios puede reconciliarse con Él. Pero alguien tenía que decírselo.

La visión de Pedro parecía contradecir las verdades que le habían enseñado acerca de cómo era seguir a Dios. Y luego Pedro conoció a Cornelio, un extraño que había buscado a Dios. Pronto, Pedro se dio cuenta con sorprendente claridad de que el Evangelio no era solo para el pueblo elegido de Dios. ¡El Evangelio es Buenas Nuevas para todos los que quieran oír, escuchar y obedecer!

Este momento cambió todo para los discípulos, los judíos y el resto del mundo.

Gracias a Jesús, nada es igual. Ya nadie se salvaba por su descendencia o por observar la Ley, sino por la gracia y el sacrificio de Jesucristo, que es suficiente para todo aquel que oye y cree.

Obedecer

¿Has sido tentado a creer que tus buenas obras o la fe de tu familia te dieron influencia en el Reino de Dios? ¿Has excluido a otros por su falta de esas cosas? Confiésense unos a otros y aborden esas mentiras juntos.

¿Conoces a no creyentes que practican las características de Dios, como la bondad, la generosidad, el gozo y la sabiduría? ¡Ora por oportunidades para animar a esa persona y guiarla hacia el Dios de todos los buenos dones!

¿Qué otras historias o pasajes bíblicos te traen a la mente esta historia? Estudia la Biblia esta semana y busca más historias que revelen cuándo alguien pensó que sabía algo sobre el Reino de Dios y luego aprendió más sobre el corazón de Dios.