Por encima del afán y la ansiedadMuestra

El Reino de Dios es primero, todo lo demás es añadidura

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (‭‭‭Mateo‬ ‭6‬‬:‭33‬‬‬).

He aquí nuestra lucha más grande como cristianos: poner el reino de Dios primero que todo lo demás. ¿Por qué se nos dificulta tanto? Porque vivimos en un sistema que nos demanda cada día más competencia, y creemos que si no entramos en la misma ola, nos quedaremos atrás.

Pensamos que, si ponemos a Dios primero, vamos a descuidar otras cosas y se nos escaparán de las manos. Y todo circula en tener el dominio y control de todo cuando eso solo está acabando con nuestras fuerzas, con nuestra salud, con nuestros años y se está llevando todo lo que somos a su paso. Es como una tormenta cuya categoría no se puede medir.

Pasamos casi toda nuestra juventud estudiando y preparándonos para ejercer algo. Luego, diariamente trabajamos entre 10 y 8 horas, dormimos entre 7 y 6, y las demás horas que son casi insignificantes también la invertimos en afanes, distracciones, ocio y otras cosas. A Dios solo le damos 4 horas de culto en la semana con los dos servicios a los que asistimos en la iglesia. Oramos, como mucho, una hora al día, y tomamos las escrituras unos pocos minutos para “meditar”.

Ahora, piensa, ¿es eso realmente vivir? Seamos sinceros, este mundo nos tiene secuestrados cuando ni siquiera es nuestro hogar eterno.

Todo lo que podamos adquirir con esfuerzo es bueno, pero nada se compara con vivir para establecer el reino de Dios en la tierra. Todo lo demás solo es añadidura. La familia es añadidura, el trabajo es añadidura, el dinero es añadidura, la casa, el carro, los viajes, etc. Mientras sigamos poniendo nuestra mira en las añadiduras antes que en el reino, no viviremos conforme al diseño del todopoderoso, quien también es nuestro Padre.

"Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (‭‭‭Mateo‬ ‭6‬‬:‭21‬‬‬).