Por encima del afán y la ansiedadMuestra

El afán no es para los hijos de Dios

"No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas" (‭‭‭Mateo‬ ‭6‬‬:‭31‬-‭32‬‬‬).

Dios sabe absolutamente todo lo que necesitas. La Biblia dice: "Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda" (‭‭‭Salmos‬ ‭139‬‬:‭4‬‬‬). Este versículo siempre ha llamado mi atención porque, antes de que nosotros pensemos, ya Dios sabe lo que vamos a decir. Nada se escapa de sus manos; Él lo sabe todo. Y así como lo sabe todo, sabe muy especialmente lo que necesitamos.

Hace unos días, decía que lo que pasa con nosotros es que nos enfocamos en lo que queremos y no en lo que necesitamos; y eso es falta de fe. Dios nos da lo que verdaderamente necesitamos y eso siempre será mucho mejor que lo que queremos. Por tanto, dejemos de afanarnos por las cosas de las que solo Dios tiene el control.

El afán no es para los hijos de Dios. Por eso, Jesús le dijo a sus discípulos: "los gentiles buscan todas estas cosas". El término gentil nos incluye a todos los que no somos Judíos, pero en el contexto de esta palabra, se refiere a aquellos que no son hijos de Dios. El que no es de Dios está enfocado en todo menos en Dios.

Las cosas de la vida son prioridad para alguien que no ha sido sellado por Dios, pero para nosotros no debe ser así. ¿Por qué? Por lo que leíste al principio, Dios conoce tus necesidades y siempre está listo para suplirlas.

Tu parte y la mía es hacer lo natural, y Dios se encarga de lo sobrenatural. De igual modo, nuestra parte es hacer lo posible, y la de Dios siempre es hacer lo imposible posible. Aunque una necesidad se vea imposible de alcanzar, ya Dios la tiene en sus manos. ¡Descansa en su regazo!