Obtener la appPentecostésMuestra
“Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos" (2 Timoteo 1:6 NVI).
En el Antiguo Testamento Dios le dio instrucciones a Moisés de mantener el fuego del altar ardiendo. En el Nuevo Testamento el Apóstol Pablo le dio instrucciones a su discípulo Timoteo de avivar el fuego.
El fuego es uno de los símbolos del Espíritu Santo y ambos textos bíblicos nos llevan a la misma conclusión: el fuego no se debe apagar.
Muchas personas empezaron con el fuego del Espíritu Santo en sus vidas, pero ahora solo hay humo porque permitieron que el fuego se apague.
Necesitamos ser intencionales en avivar el fuego en nuestras vidas para que no se apague.
Es importante que reconozcamos algunos síntomas de la falta de fuego en la vida del cristiano:
Falta de oración. Empieza un declive en mi vida de oración y mi vida devocional. Dejo de tener una relación y tengo una religión.
Falta de pureza. Empiezo a ser permisivo con el pecado y tolerante con las cosas del mundo.
Falta de pasión. Comienzo a tener pereza por la obra de Dios y pasividad en mi servicio a Dios. Vivo en un estado de apatía espiritual.
Falta de hambre. Pierdo el apetito por las cosas espirituales y empiezo a tener antojos por las cosas del mundo.
Falta de asombro. Pierdo la capacidad de asombrarme por la Gloria de Dios.
Falta de compañerismo. Dejo de congregar y me aíslo de otros creyentes.
Falta de fe. Empiezo a ver la vida con los ojos de la lógica y la razón.
Falta de gracia. Empiezo a criticar, juzgar y condenar a otros cristianos que no pecan como yo.
Falta de gratitud. Comienzo a tener un espíritu de queja, descontento e insatisfacción.
Falta de compasión. Empiezo a tener indiferencia frente a la necesidad, el dolor y el sufrimiento de otros. Empieza un endurecimiento progresivo de mi corazón.
La buena noticia es que podemos avivar el fuego. Dios puede encender nuevamente nuestro corazón.
Pídele hoy a Dios que su Espíritu Santo avive el fuego en tu corazón y que avive tu relación con Él.
Escrituras
Acerca de este Plan
Pentecostés fue el día en que el Espíritu Santo vino a la tierra. Desde ese día el Espíritu Santo ha acompañado a cada nuevo creyente desde el momento de su conversión. Mi oración por ti es que al conocer más del Espíritu Santo y su experiencia con el Señor Jesús puedas también experimentar el bautismo, el toque y la llenura del Espíritu Santo en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Comunidad Cristiana Agua Viva por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.ccaguaviva.org/
