PentecostésMuestra
“Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados; pero después de mí vendrá alguien que es más poderoso que yo y él bautizará con el Espíritu Santo y fuego. ¡Yo ni siquiera soy digno de desatar sus zapatos!” (Mateo 3:11 NBV).
Todos los que hemos creído y recibido a Jesús, hemos recibido también al Espíritu Santo. Sin embargo, recibir al Espíritu Santo no es lo mismo que el bautismo del Espíritu Santo.
El Bautismo del Espíritu Santo es tan importante que es uno de los pocos eventos que han quedado registrados en los cuatro Evangelios.
· Nacimiento de Jesús.
· Muerte de Jesús.
· Resurrección de Jesús.
· Bautismo del Espíritu Santo.
Juan el Bautista dejó muy claro que, aunque él bautizaba en agua, vendría uno más poderoso que él, el cual nos bautizaría con el Espíritu Santo.
Son tres bautismos y son tres personas diferentes las que realizan cada bautismo:
· El bautismo en Cristo lo hace el Espíritu Santo.
· El bautismo en Agua lo hacen los discípulos.
· El bautismo en el Espíritu Santo lo hace Jesús.
El mismo Señor Jesús nos enseñó la importancia del bautismo del Espíritu Santo. En el libro de Hechos vamos a notar que los cristianos de la iglesia del primer siglo experimentaron tres bautismos y el Apóstol Pedro les enseñó la importancia de los tres bautismos.
Primero: “Arrepentimiento” o Bautismo en Cristo.
Segundo: “Ser bautizado en el nombre de Cristo” o Bautismo en agua.
Tercero: El regalo del Espíritu Santo o Bautismo del Espíritu Santo.
Lucas, autor del libro de Hechos, enseña que la promesa del Espíritu Santo es para los que estaban allí, para sus hijos, para los que estaban lejos y para los que vendrían después. El Bautismo del Espíritu Santo empezó el día de Pentecostés, pero no terminó ese día.
En Hechos vemos claramente que años después, Pedro y Juan seguían predicando acerca del bautismo del Espíritu Santo y seguían orando para que las personas sean llenas del Espíritu Santo.
Veinticinco años después del Pentecostés, el Apóstol Pablo enseñaba que el bautismo del Espíritu Santo era necesario. ¿Por qué? Porque la promesa de Jesús fue para todos.
Ora y pídele a Jesús que te bautice con su Espíritu Santo, dando gracias porque la promesa del Espíritu Santo es para nosotros hoy.
Acerca de este Plan
Pentecostés fue el día en que el Espíritu Santo vino a la tierra. Desde ese día el Espíritu Santo ha acompañado a cada nuevo creyente desde el momento de su conversión. Mi oración por ti es que al conocer más del Espíritu Santo y su experiencia con el Señor Jesús puedas también experimentar el bautismo, el toque y la llenura del Espíritu Santo en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Comunidad Cristiana Agua Viva por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.ccaguaviva.org/