PentecostésMuestra
“Después que el diablo trató por todos los medios de hacerlo caer en tentación, se alejó de él por un tiempo. Jesús regresó a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo, y adquirió fama por toda la región" (Lucas 4:13 NBV).
El Espíritu Santo fortaleció a Jesús en el desierto. En nuestra vida cristiana necesitamos que el Espíritu Santo nos guie y nos fortalezca. La guía del Espíritu Santo nos ayuda a tener dirección en la vida y la fortaleza del Espíritu Santo nos ayuda a perseverar en la vida cristiana.
Si queremos cruzar los desiertos y resistir las pruebas del enemigo vamos a necesitar la fortaleza del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo ungió a Jesús para realizar la obra de Dios, porque es imposible realizar la obra de Dios sin el Espíritu de Dios.
La unción es la habilidad sobrenatural de Dios para realizar una tarea. El Espíritu Santo nos da la habilidad sobrenatural para realizar lo que en nuestras habilidades naturales sería imposible.
La unción es diferente al talento. El talento nos puede ayudar a impresionar a las personas, pero la unción nos ayuda a impactar la vida de las personas.
La unción es diferente a la inteligencia. La inteligencia nos ayuda a tener buenas ideas, pero la unción nos ayuda a tener las ideas de Dios.
El Espíritu Santo llenó de gozo la vida de Jesús. Es interesante que las Escrituras nos muestran una conexión entre el Espíritu Santo y el gozo.
El gozo que nos da el Espíritu Santo no tiene nada que ver con nuestras circunstancias. Muchas veces el Espíritu Santo nos da gozo en momentos de prueba, dolor o aflicción porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
El Apóstol Pablo nos enseña que el Espíritu Santo es el que resucitó a Jesús y el que nos va a resucitar a nosotros un día.
El Espíritu Santo le da vida a situaciones, relaciones y oportunidades que pensábamos ya estaban muertas.
Medita: Si Jesús necesitó el Espíritu Santo para cumplir con su misión, cuánto más nosotros necesitamos del Espíritu Santo. Un cristianismo sin el Espíritu Santo es un cristianismo inofensivo para el mundo de las tinieblas. Un cristiano sin el Espíritu Santo es un cristiano sin poder para cumplir su llamado.
Acerca de este Plan
Pentecostés fue el día en que el Espíritu Santo vino a la tierra. Desde ese día el Espíritu Santo ha acompañado a cada nuevo creyente desde el momento de su conversión. Mi oración por ti es que al conocer más del Espíritu Santo y su experiencia con el Señor Jesús puedas también experimentar el bautismo, el toque y la llenura del Espíritu Santo en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Comunidad Cristiana Agua Viva por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.ccaguaviva.org/