Cuando No EntendemosMuestra
Cuando no entendemos
Como vimos en el día anterior, hay momentos en la vida en los que no podemos entender las cosas que pasan. Y es que, nuestro razonamiento humano se nos queda corto a la hora de entender asuntos inexplicables que se presentan en la vida. Esto puede frustrarnos o inclusive llevarnos a cuestionar las cosas que hace Dios.
En el Salmo 73 encontramos un buen ejemplo de cuando las circunstancias nos dejan perplejos y no las podemos entender. En este salmo encontramos un hombre que analiza una de las contradicciones más grandes de este mundo, la prosperidad de los malos. De los versículos 1 al 13 da un detalle de cómo les va a estos en la vida y su gran resumen concluyente dice: “He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia”.
Él trató de entender pero no pudo, veía esa gran contrariedad entre el camino de los malos y los buenos, incapaz de comprender cómo es posible que los malos “logran con creces los antojos del corazón".
Y eso nos pasa a nosotros cuando tratamos de comprender cuestiones que son difíciles de entender. Pero debemos saber que no siempre entenderemos. Algunas cosas las sabremos porque Dios nos las hace entender y para otras tendremos que esperar hasta que llegue lo perfecto.
En el caso del salmista este termina diciendo que buscó el rostro de Dios y le fue revelado el fin de los impíos. Pudo entender la bendición de permanecer siendo justos y haciendo lo bueno. “Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien" (27-28).
No obstante hay asuntos que no los podremos entender en el presente pero más tarde los entenderemos como lo aprendió el Apóstol Pedro cuando Jesús le lavó sus pies. Mientras tanto descansamos en la sabiduría divina y en la certeza de que Dios, que todo lo sabe, está en control.
Tal vez, estás ante una situación en la que te haces mil preguntas y sigues sin entender. Dios sabe cómo te sientes, y aunque quizá no tengas respuesta en este momento, su Palabra te permite descansar en su sabiduría y en su misericordia. Sus promesas nos ayudan a seguir siendo fieles a pesar de que no entendamos. Pidámosle al Señor paciencia para esperar y certeza de que todo obra para bien de los que le amamos (Rom. 8:28).
Acerca de este Plan
Tenemos preguntas, y queremos entender. Es algo que nace de manera natural en el ser humano, queremos saber. Cuando se trata de asuntos trascendentales de la vida necesitamos ir a Aquel que nos puede dar las respuestas que necesitamos. Ni los más eruditos, ni los más ilustres, ni las obras literarias más célebres nos podrán dar el entendimiento que necesitamos para entender lo que no entendemos. Necesitamos a Dios.
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/grettchen.figueroa