Día 6 - Mentalidades

Romanos 12:2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

Alejarnos de la conciencia del pecado y acercarnos a la conciencia de Dios es gran parte de la meta de nuestro caminar como cristianos. A veces puede ser sencillo y en ocasiones desafiante, pero siempre vale la pena. Dios quiere que seamos transformados en nuestra vida diaria de ser personas que reflejan el conjunto de normas del mundo a ser personas que reflejan Su verdad. Ahora bien, esto significa mucho más que solo seguir una lista de cosas que se deben y que no se deben hacer. Jesús no habría tenido que venir si hubiéramos podido hacerlo solos. Cuando Jesús regresó al Cielo, envió al Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, para estar con nosotros aquí en la Tierra.

No podemos ver al Espíritu Santo, pero podemos estar seguros de que Él está con nosotros. Esto se debe a que una de sus funciones principales es guiarnos a cumplir la voluntad de Jesús. Esa sensación incómoda que viene cuando practicas algún viejo hábito es el Espíritu Santo que te redarguye (es decir, que te hace saber que eso no es algo que Dios quiera que hagas). ¡Responde a esos sentimientos y confía en ello! Recuerda lo que mencionamos en el Día 2: te has convertido en una nueva criatura, por lo tanto, Dios está cambiando esas cosas que antes querías hacer o de las que ya no quieres ser parte. Él te está haciendo a Su imagen.

Esto sin duda puede ser confuso para algunas personas que han sido parte de tu vida durante mucho tiempo, y es por ello que el Día Tres (Iglesia) es importante. Conéctate con algunas personas que te animen y apoyen en tus nuevas decisiones. Y, sobre todo, recuerda: apóyate en la Biblia y la Oración para hacerte aún más fuerte.

Construye: Filipenses 4:8, Proverbios 23:7

Ora – Jesús, gracias por ser mi ejemplo y fortaleza. Ayúdame a cambiar mi mente, hábitos y deseos de acuerdo con Tu voluntad para mi vida. Quiero seguirte y quiero complacerte. Amén.