Día 3 - Iglesia

1 Corintios 12:12-14 De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo. Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro, sino de muchos.

Ahora que has nacido de nuevo, eres una nueva criatura, eres parte de la familia de Dios. Esta familia se llama la iglesia.

Tal vez te han enseñado que la iglesia es el edificio al que asistes los domingos. Es cierto, pero es más que eso. La iglesia son las personas que han llamado a Jesús su amigo y Salvador. De la misma forma en que su cuerpo natural tiene muchas partes que conforman un todo, gran diversidad de personas forma el cuerpo de Cristo o la iglesia. Tú eres una de esas personas y Dios tiene un lugar específico planeado para ti en la familia de Su Reino.

Los miembros de la iglesia global se reúnen cada semana en comunidades llamadas iglesia local. La Biblia nos enseña qué hacer comunidad con otros creyentes es importante para la fe cristiana, porque existimos para ayudarnos unos a otros en tiempos difíciles, celebrar juntos en los tiempos buenos y seguir animándonos unos a otros para ser más como Jesús en todo momento. ¡Bienvenido a la iglesia global! Que asistir a tu iglesia local sea parte de tu rutina.

Construye: Efesios 4:2-6, Hebreos 10:25

Oremos – Dios, gracias por darme la bienvenida a Tu familia de creyentes. Ayúdame a fortalecerme y a edificar a los que me rodean en tu fe santa. Muéstrame el lugar al que pertenezco en Tu iglesia. Amén.