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Imagina que pudieras conseguir cualquier cosa que pidieras. ¿Qué crees que querrías? Dios prometió a un rey israelí, el rey Salomón, que todo lo que pidiera, Dios se lo proporcionaría. ¿Qué pidió finalmente el rey Salomón? Sabiduría. Podría haber pedido cualquier cosa, pero le pidió a Dios sabiduría y entendimiento. ¿Sabes lo que eso nos dice? Que la sabiduría y el entendimiento son valiosos. Probablemente todos podemos pensar en malas decisiones de las que nos arrepentimos, decisiones en las que desearíamos haber tenido más sabiduría. La buena noticia es que, al igual que Salomón, si pedimos sabiduría a Dios, Dios nos la dará. Si acudimos a Dios en busca de entendimiento, Dios nos lo proporcionará.

Hoy, empieza a pedirle a Dios sabiduría y entendimiento y habla con un adulto que te cuide (como tu líder de grupo pequeño o pastor) sobre cómo puedes aplicar la sabiduría de Dios en tu vida diaria, luego ora a Dios compartiendo por qué te sientes así.