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Cómo apropiarnos de las promesas de Dios mientras esperamos

Hay un principio importante en las Sagradas Escrituras que le abrirá la puerta a los tesoros del cielo una vez que lo aprenda y lo aplique. Usted necesita en particular este principio durante los tiempos de espera porque le mantendrá firme y fuerte cuando surjan las tormentas de la adversidad y las olas de la duda.

¿Qué es este precepto crucial? Es el principio de apropiarse de las promesas que Dios le ha hecho, ayudándole a perseverar con esperanza mientras espera en Él.

Muchas personas creen que esperar es algo pasivo... pero eso no es lo que el Señor quiso para nosotros como creyentes. Sí, estamos quietos en el sentido que dejamos de intervenir en la situación y permitimos que el Padre Celestial trabaje en medio de nuestras circunstancias. Pero también se supone que debemos ser activos y crecer espiritualmente, y lo hacemos al afianzarnos a la Palabra de Dios. A medida que descubrimos la voluntad de Dios, nos aferramos con firmeza a sus promesas y continuamos obedeciéndolo paso a paso.

Piénselo de esta manera: así como ejercitamos nuestros músculos físicos en un gimnasio, este tiempo de espera es una oportunidad para desarrollar nuestros músculos espirituales: nuestra fe, esperanza y perseverancia. Lo hacemos tomando la decisión deliberada de incorporar las Sagradas Escrituras a nuestras vidas y de tener fe en que el Padre Celestial está obrando a nuestro favor. Nos aferramos con ansiedad a las promesas que Él nos ha dado en la Biblia, disponemos con energía nuestros corazones para creerle, y obedecemos con ahínco cada vez que nos llame. A medida que tomamos la activa decisión de confiar en sus promesas, nuestra esperanza crece y aprendemos a enfrentar nuestros tiempos de demora con perseverancia expectante.

Gracias a que el Dios Soberano del universo nunca ha vacilado en cumplir su Palabra, tenemos la absoluta seguridad de que no nos fallará ahora. Nuestra resolución activa de confiar en Él nos conducirá con toda seguridad a la bendición.

Con esto en mente, Hebreos 10.35, 36 nos alerta: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”. La Biblia Al Día lo parafrasea así: “Pase lo que pase, no pierdan nunca esa feliz confianza en Señor, porque les espera gran galardón. Es necesario que con paciencia cumplan la voluntad de Dios, si es que desean que Él les dé lo que les tiene prometido”.

En otras palabras, nuestra perseverancia es clave para recibir lo mejor que Dios ha propuesto para nosotros. Por lo tanto, debemos perseverar, andando en su voluntad, sin importar lo que suceda o cuánto tiempo tome, para que podamos saber con certeza que recibiremos las bendiciones que Él ha previsto para nosotros.