Procurando El Don De La ProfecíaMuestra

El poder del estímulo

Romanos 15:5 Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús (NBLH).

Si hacemos una pausa y echamos un simple vistazo a la palabra ánimo o animar, vemos la palabra animar o valor dentro de nosotros. Todos necesitaremos más valentía interior si caminamos a la medida completa de nuestro llamado en Cristo.

La Biblia nos dice en 2 Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (NBLH). Si profundizamos un poco más en el significado de la palabra “temor” en este versículo, encontramos la palabra griega deilia. Esta palabra, deilia, significa cobardía y timidez.

En un mundo oscuro, donde la oscuridad profunda cubre a la gente (Isaías 60:2), necesitamos que el valor de Dios se despierte dentro de nosotros. Y el antídoto contra el miedo, o deilia, la cobardía, la timidez, es el amor y el avivar el ánimo interior. Podemos hacer esto animándonos unos a otros todos los días. El dar ánimo no es adulación o palabras felices sin el Espíritu vivificante de Dios. El dar ánimo es parte de la naturaleza misma de Dios; por eso se le llama el Dios de consolación en Romanos 15:5.

El temor no viene de Dios como nos dice la Biblia en 1 Juan 4:18, “En el amor no hay temor”, pero el poder, el amor y el dominio propio provienen de Dios (1 Timoteo 1:7). Vivir en el poder de Dios requiere valentía, amar a las personas en este mundo requiere valentía, y vivir con una mente sana en un mundo caótico ciertamente requerirá valentía. Por estas razones, nos beneficiaría mucho conocer el poder dar ánimo y aprender a asociarnos con el Dios del aliento para que podamos infundir valor en las personas que nos rodean.

Efesios 4:29 “No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan” (NBLH). A medida que crezcamos en madurez como seguidores de Cristo, entenderemos que cuando hablamos palabras proféticas o simplemente palabras de aliento llenas de gracia, estamos promoviendo Su Reino y edificando a los creyentes para que caminen en la plenitud de su llamado.

Oración

Dios, utilízame para hablar Tus poderosas palabras de aliento a un mundo tímido y temeroso.