Procurando El Don De La ProfecíaMuestra

Condenación vs Reconciliación

En el Antiguo Testamento, vemos el don de profecía más modelado. Este hecho puede confundirnos si no entendemos la diferencia entre el ministerio de condenación, como se llama en 2 Corintios 3:9, y el ministerio de la reconciliación, como se llama en 2 Corintios 5:18.

Si no entendemos claramente la obra consumada de Cristo en la cruz y el ministerio de reconciliación al que hemos sido llamados, podemos usar el don de profecía para condenar a las personas cuando el Espíritu Santo desea que lo usemos para reconciliar a las personas con Dios.

2 Corintios 5:18-19 "Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con El mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación (NBLH).

Ahora somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20). Él nos ha confiado el ministerio de la reconciliación, que consiste en que no tomemos en cuenta los pecados de las personas. Interactuamos con el mundo de esta manera porque "Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8-NVI).

Dios no nos llamó a condonar los pecados de las personas, pero nos instruyó a amar a las personas en Su Reino. Como representantes de Su Reino en Su Nuevo Pacto, es el amor el que cubre multitud de pecados (1 Pedro 4:8). Jesús vino a salvar al mundo, no a condenar al mundo (Juan 3:16-17).

El lente profético a través del cual se nos instruye a ver a las personas de este lado de la cruz es a través de un lente de gracia y reconciliación. El ministerio de condenación fue el ministerio del antiguo pacto, y el ministerio de reconciliación es el ministerio del nuevo pacto en Cristo. Tenemos el gran privilegio de profetizar la vida y reconciliar a las personas en una relación con un Padre Amoroso.

Oración

Dios, te pido que me permitas ver a las personas a través de Tu obra en la cruz. Te pido que me concedas la sabiduría y la gracia para ver el valor y el destino de las personas en Ti; deja que mis palabras los lancen a un lugar de intimidad y destino contigo.