Procurando El Don De La ProfecíaMuestra

¿Cómo profetizamos?

1 Corintios 14:3: "Pero el que profetiza habla a las personas para su fortalecimiento, exhortación y consolación" (NVI).

A medida que crezcamos y aprendamos cómo el Espíritu Santo revela a Jesús a través de los dones del Espíritu al mundo que nos rodea, es importante entender cómo Dios desea que funcionemos en este don de profecía. Como se afirma en el Nuevo Testamento, el propósito específico de la profecía es fortalecer, animar y consolar a las personas. A medida de que crezca nuestra intimidad personal con el Espíritu Santo, nuestras palabras se volverán más como Sus palabras y, como resultado, las personas que nos rodean Lo encontrarán. Y a medida que nos sumerjamos más profundamente en el amor de Cristo por nosotros, fluirá más en y a través de nosotros.

Proverbios 18:21 nos dice: “La lengua tiene poder de vida y de muerte…”; en Juan 14:6, Jesús nos dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Cuando hablamos de acuerdo con el diseño de Dios, nuestras palabras tienen el poder de liberar Su vida y poner Sus planes en marcha en la vida de las personas.

Cuando el Apóstol Pablo explicaba este don a los corintios, se aseguró de que supieran: “Porque todos pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados” (1 Corintios 14:31). Todos estamos llamados a buscar este don y aprender a operar en él mientras pronunciamos las palabras vivificantes de Dios. El objetivo de la profecía es que nuestras palabras liberen el poder, el amor y la vida de Dios en la vida de las personas que nos rodean. A medida que crezcamos y aprendamos, Dios nos usará para poner en marcha Sus planes en el mundo que nos rodea.

A medida que crezcamos y aprendamos a decir lo que Él dice, nos convertiremos en “colaboradores en el servicio de Dios” (1 Corintios 3:9), que extienden Su Reino en la tierra y atraen a las personas a una intimidad más profunda con Él. El mundo necesita el aliento de Dios, el consuelo de Dios y el fortalecimiento de Dios, y como hijos del Dios vivo, estamos llamados a escuchar lo que el Espíritu Santo dice acerca de las personas y pronunciar Sus palabras sobre ellas.

Oración

Dios, te pido que me des ojos para ver a las personas como Tú las ves y oídos para escuchar las palabras de consuelo, aliento y fortaleza llenas de vida que quieres hablar al mundo a través de mí. Espíritu Santo, te pido que uses mi vida para traer el cielo a la tierra y transformar la vida de las personas a más de Tu imagen y semejanza.