El LlamadoMuestra

Jesús nos insta a ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que Él nos ha mandado.

Esta llamada de Jesús nos revela la importancia de ser ofrecidos, de responder a Su mandato de hacer discípulos en todo momento y lugar. Ser ofrecido implica comprender la urgencia y la necesidad de llevar el mensaje del Evangelio a quienes aún no lo han escuchado. No es simplemente una tarea opcional, sino una responsabilidad sagrada que tenemos como seguidores de Cristo.

Al reflexionar sobre la Gran Comisión, te animo a considerar cómo puedes aplicar este mandato en tu vida diaria y en tu entorno. ¿Estás dispuesto/a a ver más allá de tu propia comodidad y comodidades para alcanzar a otros con el amor y la verdad de Jesús? ¿Estás dispuesto/a a salir de tu zona de confort y adentrarte en lugares desconocidos para cumplir con este llamado?

La Gran Comisión nos desafía a ser creativos e innovadores en la forma en que compartimos el mensaje de salvación. A menudo, las estrategias tradicionales pueden no ser efectivas en ciertos contextos o con determinadas personas. Es aquí donde debemos estar dispuestos a desarrollar nuevas herramientas y enfoques para alcanzar a otros de maneras relevantes y significativas.

No tengas miedo de pensar fuera de lo común y explorar diferentes métodos para hacer discípulos. Quizás eso signifique utilizar las redes sociales y la tecnología para llegar a una audiencia más amplia, o tal vez signifique involucrarte en proyectos comunitarios que muestren el amor de Cristo de manera tangible. La clave es estar dispuesto/a a adaptarte y aprender, siempre buscando formas efectivas de cumplir con el llamado que Jesús nos ha dado.

Recuerda que ser ofrecido implica ser obediente y estar dispuesto/a a ir más allá de lo familiar y cómodo. Encomienda tus pasos a Dios y permítele guiarte en cada etapa de este viaje de hacer discípulos. Él te dará la sabiduría y la capacidad para cumplir con Su mandato.

Espero que este devocional acerca del llamado haya sido útil para que comprendas tu propósito. Si aún no has descubierto tu llamado, te animo a que desarrolles la capacidad y determinación para ofrecerte a Dios y estar dispuesto/a a ser usado/a por Él. Recuerda que el ser ofrecido implica estar dispuesto/a a ser enviado por Dios y a servir a otros con tus dones y talentos. Que este tiempo de reflexión te inspire a buscar y vivir tu llamado con pasión y entrega.

Preguntas de reflexión:

• ¿En qué áreas de tu vida sientes que Dios te está llamando a hacer discípulos y cómo puedes responder a ese llamado de manera creativa e innovadora?
• ¿Cuáles son algunas herramientas o estrategias nuevas que podrías desarrollar para alcanzar a personas con el mensaje del Evangelio de una manera relevante y significativa en tu contexto actual?