El LlamadoMuestra

La comunión con Jesús es un privilegio y una bendición incomparable. Es a través de esta comunión que experimentamos una conexión íntima con nuestro Salvador, que nos permite conocerlo, amarlo y ser transformados por Su amor y gracia.

En medio de las demandas y distracciones de la vida cotidiana, es fácil descuidar nuestra comunión con Jesús. Nos enfocamos en nuestras responsabilidades, preocupaciones y metas personales, y olvidamos que la relación con nuestro Señor es el fundamento de todo lo demás.

Te invito a reflexionar sobre la importancia de tener una comunión diaria con Jesús. Él desea estar presente en cada aspecto de tu vida, caminar contigo en cada paso y ser tu guía constante. En la comunión con Él, encontrarás dirección para tus decisiones, consuelo en tus momentos de dificultad y fortaleza para enfrentar los desafíos que se presenten.

Para cultivar y fortalecer esta comunión, es fundamental buscar momentos de intimidad con Jesús. Dedica tiempo a la oración, conversando con Él, compartiéndole tus alegrías, preocupaciones y anhelos. Permítele hablarte a través de Su Palabra, la Biblia, leyéndola con un corazón abierto y receptivo a Su enseñanza y dirección. Y sobre todo, procura vivir en obediencia a Sus mandamientos, siguiendo Su ejemplo de amor y servicio.

Recuerda que la comunión con Jesús es un proceso continuo. No se trata de tener momentos esporádicos de encuentro, sino de una relación constante y creciente con Él. A medida que inviertas tiempo y esfuerzo en tu comunión con Jesús, experimentarás cómo Su presencia transforma cada área de tu vida.

Permítele a Dios ser fiel en Su llamado, y sé tú también fiel en responder a ese llamado, a tener comunión con Jesús. No permitas que las distracciones o los afanes del día a día te aparten de este precioso privilegio. Reconoce que en la comunión con Jesús encuentras la verdadera plenitud y propósito para tu existencia.

Que en cada paso que des, puedas recordar que Dios te ha llamado a tener comunión con Jesús, tu Señor. Que tu corazón anhele cada día acercarte más a Él, y que encuentres en esa comunión la fuente de vida, paz y gozo que solo Él puede brindarte.

Descubre el gozo y la satisfacción que provienen de la comunión con Jesús, y permítele que transforme tu vida de manera poderosa. Él te espera con los brazos abiertos, deseando profundizar la relación contigo.

Preguntas de reflexión:

• ¿Cómo has experimentado la comunión con Jesús en tu vida? ¿Qué impacto ha tenido en tu relación con Él y en tu forma de vivir?
• ¿Qué prácticas espirituales te ayudan a mantener una comunión íntima con Jesús? ¿Cómo puedes mejorar y ser más intencional en cultivar esa comunión?

Que este plan devocional te ayude a reflexionar y profundizar en tu comprensión del llamado de Dios en tu vida. Que a medida que busques una relación más cercana con Él y obedezcas Su llamado principal de salvación, santificación y comunión, puedas descubrir y abrazar la labor específica que Él tiene para ti en Su obra. ¡Qué Dios te bendiga en este viaje de descubrimiento y crecimiento espiritual!