La Llenura Del Espíritu SantoMuestra

Tres cosas que nunca faltan cuando el Espíritu Santo toma su lugar (Parte 2).

46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos (‭‭‭Hechos‬ ‭2‬‬:‭46‬-‭47‬).

2. Gracia y favor con Dios y los hombres.

En lo poquito que detalla la Biblia acerca de la vida de Jesús antes del ministerio hay algo que no podemos ignorar, y es que la Biblia dice que Jesús crecía, en sabiduría, en estatura y luego dice: “En gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). No se puede esperar menos de alguien que fue concebido por el Espíritu Santo.

Nosotros también hemos sido concebidos por el Espíritu Santo aunque no de la misma manera. Por eso la Biblia dice: 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (‭‭‭Juan‬ ‭1‬‬:‭13‬). Esto quiere decir que de la misma manera que Jesús creció en gracia para con Dios y los hombres, nosotros debemos hacerlo.

No es casualidad que el pasaje diga que los discípulos tenían favor con todo el pueblo, porque eso es lo que produce la esencia del Señor. En otras palabras la llenura del Espíritu Santo es la esencia misma de Jesús revelada a través de nosotros.

Cristo murió para conectar nuevamente al hombre con Dios sin límites, ni separación alguna. Por eso un Evangelio sin conexión y favor con los demás podrá ser cualquier cosa menos un Evangelio real.

Si estamos llenos del Espíritu Santo tendremos favor con las personas, se nos abrirán puertas por donde quiera que vayamos y prosperaremos a pesar de las circunstancias de la vida. Si pasa todo lo contrario es una clara evidencia de que tal persona no tiene nada que ver con el Espíritu Santo. ¡La misericordia del Señor nos sustente siempre!