Oremos JuntosMuestra

Oremos Juntos

Padre Omnipotente, nada te queda grande, ninguna de las circunstancias que enfrento son ajenas a tu voluntad. Tú sabes qué me duele, sabes lo que estoy sintiendo; Tú no desmeritas el sufrimiento que enfrento, sé que te importo y sé que me miras con compasión. Tú sabes lo que estoy pasando y sabes el por qué y el para qué; sabes qué me está atacando, sabes quiénes son mis enemigos. Sin embargo, no me dejas solo, tus ángeles acampan a mi alrededor; como ayudadores me guardan y me defienden, aunque no los vea, sé que me están rodeando, sé que pelean en mi favor.

Gracias Padre, por tu bondad; gracias por tu amor, confío en que hoy me haces más fuerte y me cimentas con mayor convicción en tu Palabra y en tu voluntad. Confío en que tu gracia me levanta, que aún en medio de la prueba, tu gozo me vivifica y tu paz me renueva.

Gracias Padre, porque estás haciendo lo que para mí es imposible hacer; gracias porque por tu bondad, estoy firme en la seguridad que me dan tus promesas, confiado en que su cumplimiento no puede ser truncado, confiado en que nada podrá impedir el disfrute que me darás a través de tu gloria. Por amor de tu Nombre, lo que has prometido hacer conmigo, está hecho.

Gracias Padre, por tu Espíritu que me redarguye y me convence de justicia mientras me permites avanzar en tu propósito; gracias por tu perdón, por la misericordia con la que me abrazas cada día; misericordia que tengo segura por la obra de Jesús en el madero. Gracias por Él, porque en el deleite de su bondad me permites refugiarme cada mañana y sé que hoy no es la excepción. En Él descanso, en Él me regocijo; en Él determino permanecer, porque solo en Él, puedo cobrar fuerza y valor para seguir peleando esta buena batalla de la fe. Así sea.

Sigamos gozándonos en el amor de nuestro Padre, no dejemos de orar; sigamos clamando, sigamos proclamando su Palabra, Él nos respaldará.