Rompiendo el ciclo de la ansiedad

¿Cómo estás lidiando con tu ansiedad? ¿Dependes de alguien o de algo para que te ayude a superarla? ¿Ignoras tus pensamientos ansiosos y simplemente esperas que desaparezcan?

La ansiedad no se irá por sí sola y NO PODEMOS hacerla desaparecer. Genera caos en el cuerpo, la mente y el espíritu, y te agota. Te despiertas cansado, las preocupaciones de cada nuevo día conducen a mayor ansiedad. ¡Necesitas salir de la “rueda del hámster”!

Lidiar con la ansiedad requiere trabajo. Es necesario enfrentar las mentiras que has creído, las heridas a las que te has aferrado y los patrones de pensamiento erróneo que has adoptado.

Lidiar con la ansiedad también requiere la intervención y ayuda de Dios. Jesús nos anima a que nos unamos a su yugo para que podamos encontrar descanso de nuestras pesadas cargas (Mateo 11:28-30). Él no quiere que enfrentes las pruebas y preocupaciones de la vida solo, se ofrece a caminar junto a ti para brindarte consuelo, fuerza y esperanza.

Si estás luchando con la ansiedad, acepta la valentía que ofrece Jesús para enfrentar tus preocupaciones cara a cara. Estos son algunos pasos para romper el dominio de la ansiedad y comenzar tu viaje hacia la libertad:

• Descubre las fuentes de tu ansiedad (Salmo 139:23-24). Reserva tiempo para orar. En lugar de pedirle a Dios que elimine tu ansiedad, pídele que te muestre lo que la está causando. ¿Tienes dificultades para confiar en Dios? ¿Crees que te ama lo suficiente para ayudarte? ¿Crees que Dios tiene poder para lidiar con tus situaciones desafiantes? Deja que Dios revele las áreas de tu pensamiento y comportamiento que necesitan estar alineadas con su verdad.
• Deja de temerle al miedo (2 Timoteo 1:7). El miedo se alimenta de sí mismo. Cuanto más pensamos en él, más grande se vuelve en nuestra mente. Puedes combatir el miedo con fe. En lugar de enfocarte en lo que temes, concéntrate en Dios y en su poder para ayudarte a superar las ansiedades que te consumen.
• Pídele a Dios que renueve tu mente (Filipenses 4:8). Ora para reemplazar patrones de pensamiento erróneos con sus verdades. Escribe y medita sobre estas cinco Escrituras: Filipenses 4:6-8, Colosenses 3:2, Isaías 41:10, Salmos 4:8, y Josué 1:9. (Mañana las volveremos a leer.) Deja que la Palabra de Dios penetre en ti y te fortalezca.
• Presenta tus oraciones y peticiones a Dios (1 Pedro 5:7). Comparte tus preocupaciones y temores con Dios. Él te escucha y quiere ayudarte. Su Espíritu te dará poder para vencer tus miedos cuando le entregues tus preocupaciones.

Oración de hoy:

Señor, dame la fuerza para mirar más allá de mis circunstancias y superar mi ansiedad. Ayúdame a cambiar mis intentos de control, escape y preocupación por tu paz perfecta. Elijo confiar en ti y en tu sabiduría en todas las circunstancias. Elijo depositar toda mi ansiedad en ti porque sé que tú cuidas de mí. Hoy, te entrego, ¡de nuevo!, las cosas que me han mantenido preso dentro de mi corazón. Camina conmigo, Señor, hacia la libertad y la victoria sobre la ansiedad. En el nombre de Jesús. Amén.