Después De La Tormenta Llega La CalmaMuestra
"Descanso en medio de la tormenta"
Adorar y rendir alabanza a nuestro Padre, en todo tiempo, es nuestro deleite, es en lo que perseveramos como hijos suyos. Sabemos que la mejor forma de adorarlo, es a través de la obediencia, de la santidad producto de la entrega en sacrificio; es la ofrenda que siempre subirá a su Trono con aroma agradable. Sin embargo, cuando se trata de adorar a Dios, en tiempos de adversidad, en medio de la tormenta; puede pasar, que las fuerzas mengüen y la desesperanza intente apagar el fuego de adoración que Dios anhela recibir de nuestra parte en esos momentos. La única forma de permanecer con la llama encendida en todo tiempo; principalmente en los tiempos de tormenta o tribulación, es cuando ponemos la Palabra Eterna por encima del dolor, del sufrimiento y de la aflicción; su Palabra permanece y prevalece sobre toda tormenta, sobre todo valle de sombra y de muerte, sobre toda prueba, ataque, aflicción o tribulación.
Entrega tu mejor adoración, esfuérzate en permanecer firme en la Palabra del Señor, aunque no cese la tormenta, aunque pareciera intensificarse, aunque sientas hundirte; sigue confiando en su Palabra, Él no miente, Él es Verdad. Esa tormenta y la aflicción que provoca, es el medio a través del cual se manifestará y mostrará su poder; su gloria se revelará a través de Jesús forjado en ti, reverdecerás en su identidad y en su carácter. Serás fructificado en el espíritu; no morirás, no te quedarás ahí, Dios seguirá cumpliendo lo que se ha propuesto contigo. Permanece fiel, quédate quieto en su Palabra y deja que Él haga como ha dicho.
Después de la tormenta llega la calma; no significa que tenga que terminar la prueba o la aflicción para que puedas experimentar el descanso. Recuerda que ya fuimos establecidos en la paz y el descanso que viene de Dios; somos sus hijos, tenemos la paz, tenemos el descanso, tenemos la calma; tenemos a Jesucristo. Si lo tenemos a Él, lo tenemos todo, nada nos falta. Él es la calma, la paz, el descanso en el que podemos refugiarnos en todo tiempo, incluso en medio de la tormenta.
Oración: Padre, gracias por las tormentas, las pruebas y la aflicción que has permitido en mi vida; sé que a mayor nivel de gloria al que me quieres llevar, mayor es la prueba, mayor el ataque, mayor es la tribulación. Solo así, se forjará más tu Hijo Jesús, en mí.
Confío en que el paso por la tormenta no es en vano y que el nivel de gloria al que me llevas será manifestado en la identidad y el carácter de tu Hijo Jesús, en mí. Creo en el poder de tu Palabra que produce la vivificación de tu Espíritu en mi espíritu a través del sufrimiento y de todo lo que permites en medio de la tormenta, para honra de tu Santo Nombre. Ayúdame en tu poder a permanecer firme en tus promesas, en tus propósitos y voluntad; derriba todos los gigantes que se levantan durante la tormenta y que intentan aplastarme, sigue fortaleciéndome en fe, sigue guiándome a través de tu Espíritu hacia toda verdad revelada en Cristo Jesús y permíteme en su Nombre, resistir al enemigo y sus embates, a los embates del mundo y de mi propia carne.
Padre, ni el enemigo ni el mundo ni mi carne, tiene más poder que Tú sobre mí; me has sellado con tu Espíritu, te pertenezco eternamente. Confío en que todo cuanto me permites vivir está bajo tu voluntad y que en tu tiempo, recibiré lo que has determinado entregarme conforme tus promesas. Por tu gracia y por la fe que me has dado en Cristo Jesús, está hecho.
Acerca de este Plan
Este plan fue escrito con el propósito de que seas fortalecido por el poder de la Palabra, en medio de la tormenta que estés pasando. Confía en las promesas que el Eterno te ha entregado; mira la tormenta como un milagro que traerá consigo un próspero amanecer y aférrate a la esperanza que tenemos como hijos suyos en nuestro Salvador Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo