Después De La Tormenta Llega La CalmaMuestra

"La prueba más difícil"

Esperar el cumplimiento de las promesas de nuestro Padre, puede resultar una tarea no tan fácil; siempre queremos que las cosas que anhelamos y que sabemos son de bienestar para nosotros, lleguen pronto, casi que de manera inmediata, sin que tengamos que pasar por alguna prueba que "nos cueste" el obtener lo que deseamos.

Esperar puede ser la prueba más difícil que podamos enfrentar durante el mismo tiempo en que estamos siendo probados. El que pasen días, meses e incluso en algunos casos hasta años, sin ver el cumplimiento de las promesas recibidas, puede intentar de algún modo quebrantar la fe y sembrar duda respecto a su cumplimiento. El enemigo no va a desaprovechar ninguna debilidad para intentar desviar a un hijo de Dios, de la esperanza que tenemos garantizada en la Palabra.

Nuestro Padre, no está quieto, Él está obrando; Él está haciendo lo que no podemos ver, pero sí lo que podemos creer por lo que nos ha prometido. En ocasiones podemos preguntarnos ¿Cómo lo está haciendo? Sin embargo, no es de nuestra incumbencia, no es en lo que nos corresponde ocuparnos. Dios no tiene porqué darnos explicaciones; nuestra tarea es obedecer, cimentarnos en la confianza y en la fe que produce su Palabra y creer fielmente en que Él cumplirá lo que nos ha prometido, por quien ES Él, el Inmutable.

El Eterno, no puede faltar a su santidad, Él no puede fallarnos por amor de su propio Nombre; Él no es como nosotros los hombres, que fácilmente fallamos y defraudamos a los demás e incluso a nosotros mismos. Sus promesas están garantizadas en su Nombre, Él no dejará de cumplir una sola de las promesas que nos ha entregado; esa certeza la tenemos gracias a Jesucristo, quien nos hizo coherederos juntamente con Él.

Ten fe, aférrate con ahínco a las promesas de Dios; léeles constantemente, escríbelas y memórizalas. Medita en ellas en todo tiempo, esto te ayudará para afrontar los momentos díficiles que lleguen en medio de la tormenta y entonces serás fortalecido por el poder contenido en cada promesa.