Las Palabras De La CruzMuestra

La palabra de oración.
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mateo 27:46).

Meditación.

En esos momentos, como dice el predicador Helmut Thielicke, Jesucristo recitó las Escrituras (Salmos 22:1) en una oración litúrgica. Una oración que más que reflejar un abandono de Dios, mostró el alma de uno que se apropió de Dios “Dios mío,
Dios mío...”.

Su Padre y nuestro Padre, su Señor y Nuestro Señor y Dios. Porque con ese sacrificio, Jesucristo aseguró que ese Dios seguiría siendo nuestro Dios, con esa oración ratificó que su abandono se convirtiera en nuestra reconciliación.

Uno de sus discípulos le pedía “Señor, enséñanos a orar...” (Lucas 11:1). Jesús enseñó ese modelo de oración que conocemos como el <Padre Nuestro>, pero aquí la palabra usada es ‘Dios’. En otras frases en la cruz Jesús usaría la palabra ‘Padre’, pero ese momento usó la palabra ‘Dios’; mostrando el reconocimiento y el temor del Señor de parte del ofrendador hacia quien es el único digno de recibir un sacrificio.

Solo Dios es el único digno de ser adorado. Y allí detrás del velo que el Hijo habría de traspasar, se encontraba el lugar santísimo e inaccesible. Solo el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año y no sin sangre, para expiar los pecados del pueblo. Una ofrenda digna del verdadero y único Dios fue presentada, un cordero sin mancha, por el único que podía quitar el pecado del mundo. Acompañado su ofrenda con una oración.

Oración. Señor, tú eres el único digno de ser reconocido como Dios, yo quiero honrarte siempre con mi vida, con todo lo que soy y con todo lo que tengo. Porque no hay nadie como tú, eres el único digno de recibir toda la gloria y todo el honor. En Cristo Jesús, amén.

Pensamientos.

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