Amor Sin ConvenienciaMuestra

Amados para amar.

Todo lo que sucede en nuestra vidas es resultado de identidad. En el libro de Lucas se narra la historia de Zaqueo, un publicano que era rico y pequeño de estatura, al que Jesús le dice: “Hoy es necesario que pose yo en tu casa”, ¿qué pasaba en la vida de Zaqueo?

En el momento que conoce a Jesús, él tenía una posición muy privilegiada, sin embargo la usaba para llenar una necesidad profunda, sentirse aceptado. Pues toda su vida había recibido burlas por su estatura, se había sentido rechazado y menospreciado, llegó a cierta edad en la que sus conocimientos y posición le permitieron estar por encima de otras personas y aprovecharse. Sin embargo, esto no fue suficiente para que se sintiera mejor, al contrario, se sentía más vacío y solo. Entonces sucede que escucha hablar de Jesús, y era tanta su hambre de vivir algo diferente, que subió a un árbol para poder escuchar el mensaje, y aquel día tiene un encuentro con la persona llamada Amor. Fue tanta su llenura, que entendió que su posición era para bendecir a los demás, aquel día Dios sanó su corazón.

¿Cuántas personas viven así? Y con un corazón lastimado comienzan relaciones personales. Es por eso, que es necesario que las conclusiones que tienes de ti mismo cambien, y que permitas que el Espíritu Santo sane cualquier cosa que en tu corazón te pueda estar estorbando. Muchas veces pensamos que es imposible perdonar, pero quiero decirte que a través de la gracia de Dios todo es posible, porque no es en nuestras fuerzas, sino a través de Su amor.

Pablo concluyó esto: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios”. Ya no eres el resultado de tu pasado, sino que naciste de nuevo y eres el reflejo de Su gloria, todo lo que es Jesús, eres tú. Comienza a concluir de ti, lo mismo que Dios piensa de ti, y decide vivir relaciones exitosas.

Espíritu Santo nos convence de lo que somos en Cristo: 100% amados, aceptos, valorados, cuando comienzas a aceptar esto, el menosprecio y el rechazo desaparecen, permitiendo que disfrutes cada relación de amistad, laboral, de noviazgo o de matrimonio, según la etapa que estés viviendo. ¡Disfruta la vida, para eso volviste a nacer!