Mira Cómo Crecen Los Lirios Del CampoMuestra

“Mira los lirios del campo”

Mira lo creado a tu alrededor, mira el cielo cómo cada día es revestido de esplendor; cómo el sol brilla para todos y cómo cada cosa creada está bajo el control y sustento de Dios, el Eterno.

Mira los lirios del campo, mira las flores, su diversidad en especie, sus diferentes colores, cada una con sus características especiales y únicas.

Me gustan los lirios, de hecho, es una de mis flores favoritas y me deleito en ver cómo nuestro Padre, los ha revestido de tanta belleza y elegancia; tanto, que pareciera que con un pincel hubiera decorado sus hojas. La multiforme gracia que le ha dado en colores y aromas, es maravillosa. Su tallo firme y los detalles de cada hoja le dan un toque de elegancia especial, el olor que tiene conquista y la fortaleza con la que se sostiene cuando vienen fuertes vientos, es impresionante. Se aprende tanto de la creación.

Da gusto ver lo que Dios ha creado, da gusto ver las flores, a los animales, los árboles, las montañas; cómo desperdiciar el tiempo ante tanta belleza, cuando a través de ella se manifiesta el Dios Soberano y Todopoderoso que tenemos.

Te motivo para que en medio de lo que estés viviendo, y no necesariamente tienes que estar en tiempo de dificultad; puede ser que estés disfrutando de un tiempo de gloria, ¡maravilloso! Te pido que te detengas por un momento y mira a tu alrededor, fíjate en la creación; mira lo que hay y también a quienes hay a tu alrededor. Contempla lo que ves en lo creado; por ejemplo, mira a tus seres amados, fíjate en qué tan único es su rostro, su forma de ser. Fíjate en la manifestación de Dios en lo que ves o en quien ves, mira más allá de lo que ves y en el susurro apacible de Dios, mira lo que Él quiere mostrarte. Normalmente queremos una manifestación mística y exuberante de parte de Dios, cuando todo el tiempo Él se está manifestando a través de su creación, de todo cuanto hay a nuestro alrededor.

He podido aprender, especialmente en tiempos de prueba, a valorar lo que damos por hecho, lo que hemos naturalizado y se nos convierte en algo simple porque siempre está ahí. Cuando en medio de la prueba o en cualquier tiempo, eres consciente de las riquezas que Dios te regala día a día; es cuando más fácilmente puedes percatarte de su existencia, de que Él es real y de que está contigo en todo tiempo. Cuando empiezas a identificar todos los beneficios que tienes, todos los regalos que día a día puedes disfrutar; aquellos regalos que no tienen precio, es cuando caes en cuenta de lo bendecido que eres. Te garantizo que no vas malgastar el tiempo en la queja, la incredulidad o la desesperanza, cuando miras con los ojos del espíritu todo lo que nuestro Padre ha hecho y sigue haciendo en favor nuestro, independientemente de la estación de la vida en la que te encuentres.