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"No puedo dejar de gozarme"

Es imposible dejar de reconocer el obrar del SEÑOR en nosotros sus hijos. Les comparto algo que escribí en medio una prueba a la que me llevó nuestro Padre, a través de la cual confirmó una vez más cuán indispensable es el propósito cuando te enfocas en mirar lo realmente importante:

Al saber que todo lo que vivo es usado por mi Padre, para reafirmarme y confirmarme día a día en su amor y su respaldo, no puedo dejar de gozarme; y no porque todo esté marchando bien, al contrario, no todo está como quisiera que estuviera; sin embargo, no quiero que las cosas estén como quisiera que estuvieran, porque si las cosas estuvieran como quisiera que estuvieran, no podría confirmar lo que hoy estoy confirmando a través de este tiempo de prueba. Suena a trabalenguas, pero es cierto. Es en medio de la prueba donde nuestros ojos son abiertos por el poder y la bondad de nuestro Padre, abiertos para ver la realidad espiritual en la que nos ha establecido por medio de Jesucristo.

Somos hijos de Dios, tenemos de su poder y somos ciudadanos del reino de los cielos. Estamos no sólo confirmados en las riquezas espirituales sino también en los sufrimientos terrenales que traen consigo el galardón más significativo para cualquier hijo de Dios: el ver a Cristo revelado como propósito en cada prueba, en cada ataque, en cada tiempo de adversidad y aún también en cada tiempo de victoria y de gloria.

Es Cristo Jesús, el centro de todo; es por Él y para Él, que todo tiene sentido, propósito y vida para nosotros, sea bueno o no tan bueno a nuestros ojos naturales.

No puedo dejar de gozarme, porque sin merecerlo, soy un instrumento que Dios está forjando, puliendo y moldeando para que al hacerme como el molde, como Jesús, pueda ser usado por Él como exhibición ante un mundo lleno de maldad y perversidad. De esta forma impactar con su belleza a aquellos que andan en oscuridad; para que Él también a través de su poder, al elegir a otras vasijas, las resquebraje, las vuelva a hacer y las embellezca conforme a su diseño, como también a mí me está embelleciendo en estos momentos.

Bendito cada tiempo que vivimos por Él y para Él, somos más que bendecidos; tenemos un propósito que trasciende lo natural, lo material, lo efímero de este mundo. Nuestro propósito “Cristo Jesús”, es la vida abundante que trae verdadera plenitud y gozo, verdadera paz y prosperidad. Benditos nosotros en su Nombre, porque en su Nombre somos fuertes, poderosos y valientes. Por su Nombre, somos victoriosos, por su Nombre somos más que vencedores.

No puedo dejar de gozarme, sea el tiempo que sea que esté viviendo; porque tengo la certeza de que mi Padre está conmigo.

Que no se nos olvide quién es nuestro Padre que nos rescató de la vida miserable que llevábamos y nos acercó a la vida vivificante en poder y gloria, para su gloria. Bendito nuestro Amado Salvador Jesús.