Escudriñad Las EscriturasMuestra

“Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte” (Éxodo‬ ‭3:11-12‬ ‭RVR1960).‬‬

¿Alguna vez ha tenido un sueño inspirado por el Espíritu Santo, un sueño de hacer algo realmente grandioso por Jesús?

En un momento u otro, probablemente lo hayas hecho, pero tal vez te alejaste de él. Pensaste: Oh, Dios mío, no podría hacer eso.

Si es así, tengo buenas noticias para ti. Si le crees a Dios, incluso una mala imagen de ti mismo no te impedirá el éxito. Mira en el libro de Éxodo y verás a un hombre que lo demostró. Su nombre era Moisés.

Moisés no tenía muy buena imagen de sí mismo. Había cometido un terrible error al principio de su carrera. Fue un error que lo llevó al desierto y lo mantuvo allí pastoreando las ovejas de otra persona.

Pero Dios no lo pensó así. No mencionó su turbia historia. Simplemente le dijo que fuera a ver al faraón y le dijera que dejara ir al pueblo de Dios.

No importaba quién era Moisés. Lo que importaba era que el Dios viviente estaba con él. Lo mismo es cierto para nosotros hoy. No necesitas un historial de éxitos detrás de ti para responder al llamado de Dios. Todo lo que necesitas es la presencia del Señor.

Piensa en eso cuando el diablo te dice que eres un fracasado (a), cuando dice que nunca podrás hacer lo que Dios ha puesto en tu corazón para hacer. Ponlo en su lugar. Dile que no importa quién eres porque el Dios viviente está contigo.

Iglesia La Embajada.