BENDECIDOSMuestra

Bendecidos para instruir.

La pregunta del millón hasta este momento es: ¿Cuál es la estrategia a seguir para empezar a vivir correctamente tu prosperidad como a Dios le agrada? Vamos a empezar por dos acciones básicas:

Primero, tómate un tiempo para pensar en todas las áreas de tu vida personal sobre la que gira tu prosperidad y empieza a priorizar a Dios sobre cada una de ellas. Ya sea la manera en la que estás usando tu dinero, la manera en la que estás adquiriendo tus posesiones, la forma en la que estás manejando tus empresas o cómo te estás desempeñando en tu trabajo o en tus relaciones financieras, etc.

Si priorizas a Dios por sobre todas las cosas, Dios te bendecirá hasta el final de tus días, e inclusive, bendecirá la prosperidad de tus hijos y nietos como recompensa por tu determinación de honrarlo a Él en vida.

¿Qué tanto estás tú priorizando a Dios en tu vida financiera? ¿Estás demostrando con tus acciones el Señorío de Cristo sobre tu corazón, tus finanzas y posesiones?

Segundo, prioriza a Dios familiarmente, enséñale e instruye a tu cónyuge y a tus hijos en todo lo relacionado con la Palabra de Dios, el dinero y las posesiones. Te aseguro que Dios honrará a toda persona que enseñe a sus hijos y nietos acerca de Él y, sobre todo, en lo relacionado al dinero, un tema de suma importancia para el Señor.

Sé que hay muchas lecciones en las que podemos instruir sobre este tema, pero estas son solo 5 que, desde una perspectiva bíblica, puedes compartir con tu familia:

• La importancia de entender el dinero: El problema no es el dinero, sino el amor al dinero.
• La importancia de valorar el dinero: La diferencia de lo que es necesario y lo que solo es un deseo.
• La importancia de trabajar por el dinero: Todo esfuerzo honrado es bendecido por Dios.
• La importancia de ahorrar el dinero: No todo debe ser derrochado, sino ser precavidos en el Señor.
• La importancia de invertir el dinero: lLego de ganar el dinero –como producto de nuestro trabajo–, pensemos en cómo invertirlo correctamente en algo que pueda aumentar su ganancia, sin dejar de ser éticos y aprobados por Dios.

Y recapaciten juntos en las palabras de Mateo 16:26: ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?