Vamos a orarMuestra

Apóyate en la oración

El lanzamiento de la Iglesia del Nuevo Testamento y toda la historia cristiana solo puede entenderse a través de la lente de la oración poderosa. Los misioneros cristianos han entendido el poder de la oración. Los misioneros cristianos más grandes de todos los tiempos fueron también hombres y mujeres de oración.

Hudson Taylor tuvo un impacto sin precedentes en China en los años 1800, lo que resultó en el establecimiento de sus orfanatos. Fundó 125 escuelas e introdujo a miles de personas a Cristo. En el libro El Secreto Espiritual de Hudson Taylor, escrito por su hijo, Howard Taylor, reveló que su padre había caminado obedientemente cerca de Dios en oración. Escribió: «Durante 40 años, el sol nunca salió en China un solo día que Dios no encontró [a Hudson] de rodillas».

En Inglaterra, un hombre humilde llamado George Mueller dirigió el orfanato Ashley Down en Bristol, Inglaterra. Cuidó a más de 10.000 huérfanos a lo largo de su vida. Oraba en secreto y observaba a Dios moverse y proveer en público. Cuando murió, su diario reveló detalles de sus oraciones contestadas. Su ejemplo y enseñanza sobre la oración han bendecido a millones de personas en todo el mundo.

El gran predicador de Inglaterra, Charles Spurgeon, escribió extensamente sobre el poder de la oración. Cuando los visitantes llegaban a su iglesia de New Park Street, los acompañaba a la sala de oración del sótano, donde cientos de personas estaban fielmente de rodillas, intercediendo por el ministerio de Spurgeon en la comunidad. Spurgeon declaró: «Aquí está la central eléctrica de esta iglesia».

De la misma manera, hay poder para que cada uno de nosotros haga oraciones poderosas. Tal vez has orado oraciones generales como: «Gracias, Señor, por esta comida. Acompaña a Timmy mientras camina a la escuela hoy. Concédeme un buen día». Está bien. Eso es un comienzo; alabado sea el Señor. Dios está complacido con tales oraciones, hasta cierto punto. Pero podemos presionar un poco más.

Dios quiere que hagamos grandes oraciones, audaces y específicas, que lo hagan moverse y que requieran Su poder. ¿Creemos que Dios es un Dios Grande? Hablamos de cosas maravillosas y decimos que confiamos en Dios, así que nuestras oraciones deben coincidir con nuestra teología. Dios es capaz de mover montañas, de hacer lo imposible. En realidad, imposible es dónde Dios comienza. No hay problema que la oración no pueda abordar porque no hay problema que Dios no pueda manejar.