Jesús, El Centro De TodoMuestra

Viajar liviano

Jesús, el Hijo de Dios, no tenía un lugar donde descansar. Su vida es un ejemplo de cómo viajar livianos, poniendo siempre a Dios en primer lugar.

A lo largo de nuestro peregrinar por este mundo nos vamos aferrando a distintas cosas y personas que muchas veces son un lastre que nos impide avanzar con libertad.

Jesús nos enseña cómo se debe transitar por esta vida. Da consejos a Sus discípulos, a los que envía prácticamente con lo puesto a llevar el mensaje de salvación. Da consejos para no vivir preocupados por el mañana y para no estar aferrados a esta vida.

¿Cómo estás transitando tu camino? ¿Se te hace difícil avanzar? ¿Qué te ata en esta vida? ¿Estás listo para abandonar este mundo?

Estas preguntas tienen como finalidad pensar sobre cuáles son nuestras prioridades actuales, y si las mismas están alineadas con la Palabra de Dios.

¿Qué es más importante en tu vida que cumplir Su propósito? ¿Hay algo que tienes que soltar para seguir a Jesús? ¿Puedes oír la voz del Espíritu Santo que te guía a ser libre de alguna atadura?

¡Qué el deseo de tu corazón sea pedirle a Dios sabiduría para enfocarte en Sus caminos!