Jesús, El Centro De TodoMuestra
Su rostro es como el sol
Si alguna vez miraste al sol de frente te habrás dado cuenta de que por un largo rato no pudiste ver de la misma manera. Nuestra vista se ve afectada por sus rayos y su luminosidad. Lo mismo sucede cada vez que miramos a Jesús y que aceptamos la invitación de Hebreos 12:2 de fijar nuestros ojos en Él.
Cuando hacemos eso, dejamos de observar cada aspecto de nuestra vida de la manera en que lo hacíamos cuando estábamos lejos de Él, y comenzamos a ver el rostro más hermoso, aquel que ilumina todo a su alrededor y que es una lumbrera a nuestro camino.
Jesús es el sol de justicia del que habló el profeta Malaquías. En Él estaba la promesa de salvación, Él es Aquel que traería paz, justicia y gozo. En sus tibios rayos encontramos sanidad física, emocional y espiritual; encontramos restauración y perdón. Pero si nos animamos y nos acercamos aún más, en Su rostro encontramos esa mirada de amor profunda que todos necesitamos en los días buenos y malos.
Hoy es un buen día para quitarnos los lentes que nos impiden verlo con claridad y comenzar a contemplarlo como “Aquel que brilla por la eternidad”.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Estás viendo que en tu vida, por alguna razón, Jesús ha pasado a ocupar un lugar inferior al que le corresponde? ¿Las obligaciones diarias, el trabajo y otros intereses le han quitado al Señor la centralidad en tu mente y corazón? Te invitamos a meditar a través de distintos textos bíblicos para recuperar tu vida cristocéntrica victoriosa.
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Nos gustaría agradecer a Llegar Alto por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://llegaralto.com/